Expectativas subvertidas

¡Qué malas son las expectativas!

Tenía muchas y muy buenas sobre este sitio al que llevaba un tiempo esperando acudir. No voy a decir que me defraudó, porque no fue así, pero no cumplió como yo había soñado.

Restaurante situado en una pequeña plazuela de moderna construcción en un lateral de Santa Engracia, cerca pero un poco fuera de la calle Ponzano, tan de moda. El local es amplio, muy bonito y elegante, con una gran cristalera. Según entras hay una barra a la izquierda con un pequeño espacio de mesas altas. A la derecha está un salón. Nos sentamos en este, éramos 6 personas (4 adultos y 2 niñas).

Pedimos todo para compartir, en raciones completas o alguna media ración (un punto a favor del sitio, por si vienes solo o en pareja es que puedes pedir todo o casi en media ración). Nuestra cena fue:

– Buñuelos de Idiazábal. En su aparente sencillez se esconden una bolitas rebozadas de queso que son un placer. 11,8 €

– Gambas de cristal en tempura. Jamás había oído hablar de ellas. Unas gambitas muy pequeñas, como quisquillas, y rebozadas muy ligeramente. 13 euros. Etereas. Están bien pero no son espectaculares.

– Lubina en crudo con espuma de manzana. Una especie de ceviche, tartar o tiradito que no acaba, para mí gusto, de funcionar. La manzana le va muy bien pero al ser en espuma queda un tanto floja. Los cortes de la lubina no me gustaron, no son gruesos como un tartar ni finos en láminas como un tiradito o usuzukuri. No lo entendí. No estaba mal, pero a 23,5 euros la ración (pequeña).

– Verdinas con sepia. Plato de cuchara con estas ricas y tiernas verdinas que tan bien acompañan al marisco. Sabroso plato, pero nuevamente algo escaso. 18 euros.

– Pato azulón asado. De los mejores platos de la cena, perfecto de punto y con sabor muy marcado. Eso sí, ración pequeña a 28,5 euros.

– Manitas rellenas de rabo de toro. Otro plato super sabroso, ración correcta pues el sabor es muy contundente y más se puede hacer pesado. 19,8 euros.

– Tartar de gamo. Otra ración escasa que se factura a un precio importante, 28,8 euros en este caso. Bueno, pero para mi gusto demasiado dominado por el hinojo y otras hierbas que tapan el sabor de la carne.

– Por último pedimos una media de lamprea, cocinada al estilo clásico o eso me pareció. Con una salsa contundente que supongo llevaría vino tinto y sangre como es norma y acompañado con arroz aromatizado y verduras. Plato muy contundente y no para todos los públicos. No la había probado antes y me sorprendió. Perdonen por mi paletez, para mí era una mezcla de un atún muy potente con foie, mezcla del sabor a pescado con otros cárnicos más contundentes. Entiendo que es un producto caro y difícil de encontrar en Madrid, pero fueron 19,5 euros por media ración.

No tomamos postre, salvo un helado para las niñas.

La carta de vinos no es demasiado grande pero efectiva, con vinos para casi todos los públicos y con bastantes sugerencias atractivas a precios razonables. Copas a la altura del local, muy buenas. En nuestro caso bebimos:

– Philipe Butin Côtes du Jura Cuvée Spéciale 2011. Un rico savagnin con velo de flor, muy, muy elegante. No lo conocía y estaba soberbio. El mejor vino de la cena. 32 euros.

– Malandro de Orly Lumbreras. Garnacha elaborada en natural en ánforas en Navalmoral de la Sierra, Ávila. Un zumito. Quizás demasiado zumo, pero de trago fácil. 29.5 euros.

– Aleanna El Enemigo Cabernet Franc 2014. Vino de Mendoza, Argentina. Auna potencia y elegancia, perfecto con el final de la comida, con los platos más contundentes. 32,5 euros. Bien de precio.

Nos pusieron el agua sin cobrarnos, buen detalle.

En resumen. Buen sitio, buena comida. Decepcionado con mis expectativas, pero eso es culpa mía. Precios algo excesivos o raciones algo escasas, o una combinación de ambas. ¿Es un sitio al que ir? Sí, seguro. ¿Es un sitio al que repetiría? No lo sé, quizás a una mesa alta a picar algo con una copa de vino.

En total pagamos unos 70 por persona.

Recomendado por 3 usuarios
  1. #1

    jose

    Osti tú, pues me dejas de pasta de moniato, aunque ca'uno es ca'uno.

    Saludos,

    Jose

  2. #2

    Letroncio

    en respuesta a jose
    Ver mensaje de jose

    El sitio me gustó, pero no me entusiasmó. Si a eso le sumamos que los platos me parecieron pequeños o caros... será que yo soy un tacaño.

    En frío me parecería un sitio espectacular, pero después de analizar que pagamos 280 euros por cuatro personas, me parece algo peor (vale que bebimos tres vinos, pero no fueron excesivamente caros).

  3. #3

    Anubis7

    Sobrevalorado. Estaba bien en Raimundo Fernández Villaverde cuando era humilde. Ahora por esos precios y cocina hay mucho para elegir

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