Día caluroso entre semana, andaba de recados por Bilbao y entre tienda y tienda mi estómago ya me estaba preguntando dónde iba a saciar su apetito. Aquí, en el “Botxito” (nombre cariñoso que se da a Bilbao por su peculiar orografía) las posibilidades son muchas, pero no sé por qué ese día me apetecía mucho comer pescado.
Cuando uno habla de pescado en Bilbao se le vienen dos nombres a la cabeza, Zarate y Mugarra. En el Zarate había estado la semana anterior, así que me decanté por el Mugarra,…sólo quedaba tener suerte y conseguir mesa.
Al tratarse de un local pequeño situado en el corazón de Bilbao, hay que reservar siempre antes de ir porque suele estar lleno. Gestión telefónica rápida y ¡bingo! Tienen mesa para dos personas.
Allí nos presentamos mi acompañante y yo, nos acomodan en una mesa cuadrada, de buen tamaño, vestida con mantel de tela blanco inmaculado, calidad tanto en cubiertos, vajilla y copas de vino, aunque en esta ocasión sólo tomamos agua.
Nos traen la carta y nuestros ojos se van directamente al apartado de pescados. Comenzamos a leer: Rodaballo, Lubina, Mojarra, Besugo, Lenguado, Mero, Kabrarroca, Rey, Rape, y todo lo que pueda dar el mar…todo salvaje.
De la carta de vinos no puedo decir nada ya que no la ojeé en esta ocasión y en anteriores ocasiones que sí tomé vino, ya no recuerdo. La próxima vez la miraré y explicaré brevemente su composición en el siguiente comentario.
Pedimos lo siguiente, todo para compartir (dos personas):
1-Aperitivo a cuenta de la casa: dos “tostas de jamón de pato con compota de pera”, muy muy ricas. Un buen comienzo.
1-“Nuestra tabla de pescados marinados y curados a la sal”: Servidos en una pizarra redonda, compuesto por salmón, atún y anguila. Este plato suele incluir también la anchoa, pero nos comunican que no disponen de ella, se disculpan y como contraprestación nos ponen más cantidad del resto de pescados. Se acompaña de una confitura de piquillo. Un plato que aúna textura, frescura y la pureza de sabor de cada pescado. Aquí los marinados los bordan. (20.9 € Iva incluido).
2-“Rey”, una pieza de 1,390 kg. Nos lo presentaron en dos muy buenas raciones, asado en su propio jugo, acompañado de patatas y cebolla morada. El pescado en su punto, como siempre lo hacen. Sólo puedo decir que estaba exquisito…no quedaba más que disfrutar y disfrutar de cada bocado. (59,40€/kilo Iva incluido. Nos salió la pieza 82,50 € con Iva).
Para acompañar la comida, pan de txapata calentito y crujiente con el que di buena cuenta del jugo que acompañaba al Rey.
Al tener compromiso por la tarde (café y pastas con unos amigos) optamos por no pedir ni postres ni cafés.
Cuenta total 109,52 €. No es precisamente barato para no haber tomado ni vino ni postres ni cafés, pero trabajan con materia prima de calidad y para mí lo vale.
Como en anteriores ocasiones en las que he estado, salgo muy satisfecho. Sin lugar a dudas, uno de los mejores restaurantes para disfrutar del pescado.