Comemos en la terraza, muy bien vestida, de este restaurante de Titulcia, localidad al sur de Madrid, en la vega del Jarama. Solazo insoportable, que los toldos que tienen no llegan a tapar. Pedimos cambio de sitio cuando llegamos, pues éramos los primeros, pero no acceden. Me dio la ligera sensación de que trataban mejor al cliente habitual que al esporádico, como nosotros. Pero igual son cosas mías.

El servicio empieza algo lento y despistado, les tenemos que pedir dos veces las copas de vino.

En cuanto a la comida, todo para compartir para cuatro personas:

- Verduras mixtas. Un poco de todo: alcachofas, espárragos, calabacín, tomate, berenjena y habitas. Ricas, especialmente las alcachofas y las habitas, pero un tanto escaso el plato teniendo en cuenta de que costaba 17 euros. Entraban 5 espárragos, 4 tomatitos cherry, 4 alcachofitas...

- Pochas con perdiz del campo. Muy ricas y tiernas judías pochas, algo escaso de perdiz, pero un guiso muy rico. 12 euros.

- Gallo del molino en pepitoria. Por lo visto uno de los clásicos del restaurante. Carne prieta, jugosa y rica salsa. 15 euros.

- Mollejas de lechal con setas. Ricas, algo caro el plato. 17 euros.

- Perdices del campo al estilo de la Mancha. Un tradicional estofado de perdiz, que estaba muy bueno. 16 euros.

Para beber tienen una correcta carta de vinos, con representaciones locales y luego un buen ejemplo de las D.O. más famosas, en particular Rioja y Ribera con algún añadido. Copas correctas.

Pedimos el blanco de la casa, de bodegas Peral, del cercano Colmenar de Oreja. Según parece se elabora "sobremadre", esperaba algo más original pero es un vino blanco algo soso. 9,9 euros.

Posteriormente pedimos una botella de Muss, a 15 euros, lo cuál no es mal precio.

No tomamos postre.

En total 122 euros para 4 personas.

En definitiva, buenos guisos caseros, quizás alguna cosa se va de precio pero en cómputo y compartiendo entre varios, no tiene mala RCP. Me quedé con ganas de probar la tortilla, que creo que es famosa.

Pequeño desvío en un día de trabajo, hasta la igualemnte pequeña localidad de Titulcia, al sur de Madrid, y bien cerca de Aranjuez o Chinchón.

Coqueta edificación en una de las entradas de la localidad, con una pequeña barra en la entrada, en la que comí a base de medias raciones, un poco improvisado, ya que tampoco tuve la impresión de que sea algo habitual. Personal amable y servicial. Instalaciones entre correctas y tradicionalmente elegantes, con una barra revestida de cerámica qeu le dan un toque agradable, el conjunto (situación aunque sea un poco a desmano) lo hacen ideal para un alto en el camino -vale, con un pequeño desvío- o una visita de fin de semana a la zona mencionada.

Para beber, me pedí un par de cañas y un par de vinos de la casa (un fresquísimo y agradabilísimo tinto joven de la casa, y supongo de la zona, con aspecto de clarete, muy recomendable) a euro cada consumición, aunque servido en copas así, así.

Para comer, medias raciones de croquetas, tres esponjosas y sabrosas croquetas de tamaño medio. Bien. Una media ración de revuelto de duelos y quebrantos, muy bien, y para terminar (aunque más bien el orden fue el inverso), media de mollejas y setas silvestres, para un total, con ración de pan y café, de 28 € bien pagados, y que me harán volver en cuanto tenga la posibilidad, esta vez para sentarme a la mesa, como diox manda.