-Lugar precioso, íntimo, bien iluminado, con mesas muy separadas.
-Pedimos, por ser la primera vez que acudíamos, el menú degustación de seis platos, que incluía, para cada uno: dos langostinos rebozados de crujiente, ensalada de frutas, dos piezas de nigiri-sushi, dos bocaditos de cocina al vapor, pescado (bacalao al estilo chino, me gustó) y carne ligeramente picante. Todo bueno o muy bueno, incluyendo el sushi (y soy exigente con el sushi). El menú, abundante, incluía postre y café.
-Acompañamos con Guitián 2007, un estupendo godello de Valdeorras (16 euros).
-La atención, muy buena. Servicio del vino correcto, carta de vinos suficiente con precios ajustados. Si acaso, sobraban tintos en la carta y faltaban blancos.
-En total, salimos a 41 euros por persona (éramos dos). Nos extrañó que un viernes por la noche no estuviera lleno.

Nueva visita.
Comida correcta sin sorprender (me da la impresion que han bajado el liston desde mi ultima visita), pero muy bien presentada. Este último aspecto junto con un servicio excelente, el tratamiento especial que se le da al vino y el ambiente tranquilo e intimo, hace que este restaurante se desmarque de los tipìcos chinos de barrio y lo convierte en una opción recomendable.

Mesa de ocho comensales y para no pensar pedimos menú degustación. Todo lo tomado correcto pero sin sorprender. Ostra cruda, ensalada verde, “ding-sung”, rollito de pato, lubina en laminas con setas y solomillo con verduras. El postre quizás algo más flojo, helado de menta y pastel de chocolate. Cocina oriental ya muy domesticada al gusto europeo.
Para beber un riesling (en su cubitera) y Cune Imperial Reserva (decantado) ambos servidos en una cristalería apropiada (sin pasarse). La carta de vinos corta pero cubriendo lo más básico en cuanto a zonas, blancos, tintos y espumosos.
Para acabar cafés, gin tonics y algún “digestivo”. Total 50 euros por persona. RCP normal teniendo en cuenta que la casa invito a una botella de champan para celebrar la Navidad. El personal muy diligente y atento pero deberían cambiar los cubiertos a lo largo de la cena.

Buen oriental, sobre todo en cuanto a calidad de la comida y del local. Sobre el vino tampoco es para hacer muchas alabanzas excepto en lo que se refiere a la carta, extensa y variada (mucho más variada que muchos restaurantes de postín), las copas adecuadas y la cava que poseen manteniendo el vino a temperatura porque el servicio mientras fuimos 4 mesas fue correcto, al llegar más gente la botella se colocó en la mesa y el servicio terminó. Fantástica la separación entre mesas y la distribución a base de rincones con gran intimidad y comodidad. Servicio mediano (se deben recoger los cubiertos entre plato y plato cuando están sucios y se dejan en él).

Precioso restaurante ,calmado,relajado y con un excelente servicio,no recuerdo el nombre de la camarera,pero mis felicitaciones por su excelente trabajo,trato del vino excepcional en un restaurante otiental,nos dejamos llevar y pedimos que nos sirvieran lo que quisieran ,a destacar el pato lacado,nos encanto,muy agraadable el detalle del sake al final,sin duda repetiremos.

Precioso restaurante,sensacion fantastica desde el momento en que cruzas la puerta,estoy de acuerdo en algunos comentarios que apuntan que pedir menu degustacion es no la mejor opcion,nosotros lo hicimos y creo que nos equivocamos,todo estaba bueno pero nada era especialmente sorprendente,,muy rica la lubina y los rollitos de pato,tendremos que volver para probar el resto de la carta,pedimos un chivite selecion que nos decantaron y sirvieron correctamente,por buscar algun pero,tenian serios problemas con la musica y se rallaba el disco,se repetia...pero en definitiva,nos gusto,nos encanto el sitio y su decoracion,volveremos.

Sigue siendo la mejor opción en restaurantes asiáticos que he probado en Valencia. El servicio del vino es realmente bueno, la carta amplia y bastante variada aunque plagada de pequeños errores ortográficos. El menú de degustación, por 30e es magnífico, atractivo y equilibrado. Repetiremos.

Sorpresón! Nos unimos a los elogios vertidos sobre este precioso restaurante de cocina imperial china. Visita imprescindible para los amantes de este tipo de cocina. Excepcional la comida, con platos realmente espectaculares. Empezamos con unos surtidos "Shangai" que constaba de 3 platos (almejas con salsa de soja, rollito de pato y langostino, carpaccio de buey), una deliciosa lubina al vapor, codillo a la soja y un arroz rojo con marisco para acompañar. De postre un sorbete de mango y una piramide de te con fruta. Para maridar esta comida optamos por un Aura (Rueda) fermentado en barrica. Sobresaliente la carta de vinos, el tratamiento al vino y óptima cristaleria para su disfrute. Tuvieron la gentileza de invitarnos a unos licores digestivos. En la sala, un magnifico profesional como es Victor, atento, aducado y entendido en la materia. Precio algo elevado, pero la calidad se paga y este restaurante la tiene a raudales. Consideramos que Soong Dynasty sea posiblemente el restaurante chino con uno de los niveles mas altos de Valencia, por no decir el que más.
Volveremos sin ningún tipo de duda, y no una sino muchas veces.
Un saludo.

Local con atractiva y cálida decoración que hace olvidar una localización un tanto desangelada, casi en la salida de la pista de Ademuz. Nos acercamos hasta el local con un buen cargamento de manzanillas que habiamos catado previamente para ver si maridan bien con la cocina china. La respuesta es un grandísimo SÍ. La atención de Victor, joven y excelente profesional, fue impecable. Nos recomendó una serie de platos (algunos de ellos fuera de la carta) muy interesantes. Destacaría en particular el codillo con salsa de soja (nunca pensé que probaría un codillo en un oriental) y la lubina al vapor con arroz soong. La carta de vinos la vimos sólo de pasada y la encontré relativamente amplia pero con algunos errores y con ausencia de la indicación de la añada en los vinos, algo a mejorar. Recomendable. 30 euros (sin vino).

Cada vez que voy disfruto al máximo. Calidad y variedad de sabores, colores y olores. Una delicia para los sentidos. La mejor alternativa en restaurante asiático en la ciudad. Repetí el menú (29€ por 6 platos y 2 postres). Sin problema a la hora de realizar variaciones en el menú, seleccionamos aquello que más nos apeteció. El local muy acogedor. El servicio impecable, atento y muy profesional. Precio de los vinos acorde con el restaurante. Su trato y manejo excelente. Felicidades.