Ubicado en la planta baja, sótano, del pub que lleva su mismo nombre, en una céntrica calle de Zaragoza, cerquita de la Puerta del Carmen.
¿Pero esto es un pub con restaurante o un restaurante con pub? En todo caso, tiene un gran encanto: sombrío, iluminación intimista y decoración muy chic, con maderas nobles, sofás envejecidos, oscuros estucados, cuadros con barrocos marcos dorados, numerosos separadores.
La concurrencia es de lo más trendy de la ciudad y pese a esa atmósfera ¿kitsch?, el ambiente es cálido y desenfadado.
Cuando accedes al restaurante, del que no tenía ninguna referencia, no sabes muy bien a qué cocina vas a enfrentarte: ¿típica de pub irlandés? ¿francesa? ¿ultramoderna?... Dese luego lo que no esperas es encontrarte algo como un cabrito al horno servido en fuente de barro. Pues bien, lo tienes… entre otras cosas.
Pero entonces… ¿qué tipo de cocina es ésta?. Difícil conceptuarla, ya que aúna los platos más tradicionales con creaciones cercanas a la vanguardia.
Dispone de menú diario (15€), tres menús degustación diferentes (25, 30 y 35€) y una amplia y variada carta, que fue finalmente el palo al que nos quedamos.
Éramos tres comensales y optamos por unos entrantes para compartir y un segundo.
--->Entrantes
• Anchoas salmueras triple “0” con rodajita de pan tostado. Buenas, pero no tan especiales como nos habían anunciado al tomarnos nota.
• Carpaccio templado de manitas y boletus con Módena caramelizada y nueces. Éste es uno de esos platos que quedan para el recuerdo. Impresionante la creación, cómo se conjuntaban todos sus ingredientes y cómo la melosidad de las manitas eran avivadas con la chispa del vinagre, la hondura de los boletus, las nueces, las especias… Y esa temperatura, tibia… Uffff…. Grande.
• Steak Tartar a la vista con pan recién tostado. Elaborado, tal como indica el nombre del plato, en tu presencia, pero con la carne previamente picada. Un buen steak tartar.
--->Principal
• Cabrito al horno. Para dos personas. Al más puro estilo tradicional, servido en cazuela de barro y ración generosísima. Simplemente espectacular. El sabor, el punto, la textura, la jugosidad, la calidad… Desconozco si fue casualidad o siempre obtienen este resultado, pero… dudo que lo puedan superar.
--->Postre
• Sorbete de margarita casero. Realmente acertado el consejo del Jefe de Sala en este punto, ya que después del atracón de cabrito, entraba realmente bien, desengrasando y refrescando.
Correcta la carta de vinos y su servicio. Alrededor de diez referencias de blancos, otras tantas de espumosos, un par de rosados y una treintena de tintos, con predominio de Aragón y La Rioja. Tomamos un Chardonnay 234 de Enate y un Aragonia de Campo de Borja.
Servicio moderno, formado, con buena presencia, atento y simpático.
Salí sorprendido y muy, muy satisfecho. Repetiré, desde luego que repetiré. Esas manitas y ese cabrito lo merecen.
Ya me dijo Pablo que andabas por aquí.
Fuimos a casa Tinelo y bien en general, muy rico el chuletón, que es un poco la especialidad. Los vinos, espectacular El que bonito cacareaba del amigo Benjamín Romeo. Soy bastante especial para los blancos con barrica pero este me gustó un montón, complejo en nariz y muy bueno en boca.
Luego ya sabes, se junto uno con el amigo Ricracket y nos dan las tantas, para variar... jeje
Se te echó en falta.
Estos maños no dejan de sorprenderme, un pub irlandés con buena cocina,...parecen conceptos antagónicos...a no ser que el cabrito llevara salsa de menta como el jabalí de Obelix.
Jaja
Nada, nada, el cabrito al más puro estilo tradicional. Al horno y punto
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