Restaurante The Guinness House en Zaragoza
Restaurante The Guinness House
País:
España
Provincia:
Localidad:
Cód. Postal:

Añadir tipo de cocina

Añadir vino por copa

Precio desde:
27,00 €
(precio más bajo introducido por un usuario)
Nota de cata PRECIO MEDIO:
38 €
Nota de cata VALORACIÓN MEDIA:
7.3
Servicio del vino SERVICIO DEL VINO
7.0
Comida COMIDA
7.0
Precio medio entorno ENTORNO
7.8
RCP CALIDAD-PRECIO
7.8
Opiniones de The Guinness House
OPINIONES
2

Poco añadir con respecto a la decoración, que tan bien ha descrito Aurelio. Quizás cierto abuso del sofá/banco corrido, que personalmente no es santo de mi devoción, pero asumo qeu es algo personal. Está bastante logrado, aunqeu cierto aspecto de local de copas nocturnas rehabilitado no se le puede negar. Servicio muy agradable pro parte de todo el personal.

Fuimos un viernes a mediodía y estaba hasta arriba, de hecho nos habilitaron una mesa, en "horario condicionado", ya que a las 3 había una reserva y teníamos que desocupar la mesa, con los cafés excedió ligeramente la hora, y no hubo ni el menor asomo de impaciencia, de hecho, estábamos dispuestos a desestimar el café, pero al ofrecérnoslo, pues accedimos a quedarnos.

Optamos por uno de los menús degustación de los que disponen, concretamente el de 25 € (IVA aguam pan, servicio y bebida incluídos), y la verdad es que se le puede pedir poco más a ese precio, aunque algunos platos flojearan.

EL menú consistió en tres generosos platos al centro, a base de :
- Ensalada de rulo de cabra a la plancha y bacon. Bien, plato sencillo, muy extendido, pero que cumpió correctamente.
- Huevos rotos, un tanto difrentes, al usar patata asada, también bien -menudo fin de semana de antología patatera tuvimos, por cierto-
- Rissoto de longaniza de graus y setas: saborosisímo, de los mejores arroces que he comido últimamente.

Y de platos principales, mi mujer optó por un confit (que todo parecía indicar hecho por ellos, no precocinado) correcto, y un bacalao a la bilbaía, que quizás fue el plato más flojo de todos.

Los postres no los recuerdo para ser sincero.

El menú incluía un rioja random discreto, pero correcto en todo caso. Servido correctamente, no valoro el vino ya que no pude ver la carta, y sería valorar a medias.

53 € de dos personas (con un poleo y un carajillo), me parece un precio bastante razonable para lo comido, y que invita a comer a la carta sin ninguna duda.

Ubicado en la planta baja, sótano, del pub que lleva su mismo nombre, en una céntrica calle de Zaragoza, cerquita de la Puerta del Carmen.

¿Pero esto es un pub con restaurante o un restaurante con pub? En todo caso, tiene un gran encanto: sombrío, iluminación intimista y decoración muy chic, con maderas nobles, sofás envejecidos, oscuros estucados, cuadros con barrocos marcos dorados, numerosos separadores.

La concurrencia es de lo más trendy de la ciudad y pese a esa atmósfera ¿kitsch?, el ambiente es cálido y desenfadado.

Cuando accedes al restaurante, del que no tenía ninguna referencia, no sabes muy bien a qué cocina vas a enfrentarte: ¿típica de pub irlandés? ¿francesa? ¿ultramoderna?... Dese luego lo que no esperas es encontrarte algo como un cabrito al horno servido en fuente de barro. Pues bien, lo tienes… entre otras cosas.

Pero entonces… ¿qué tipo de cocina es ésta?. Difícil conceptuarla, ya que aúna los platos más tradicionales con creaciones cercanas a la vanguardia.

Dispone de menú diario (15€), tres menús degustación diferentes (25, 30 y 35€) y una amplia y variada carta, que fue finalmente el palo al que nos quedamos.

Éramos tres comensales y optamos por unos entrantes para compartir y un segundo.

--->Entrantes
Anchoas salmueras triple “0” con rodajita de pan tostado. Buenas, pero no tan especiales como nos habían anunciado al tomarnos nota.
Carpaccio templado de manitas y boletus con Módena caramelizada y nueces. Éste es uno de esos platos que quedan para el recuerdo. Impresionante la creación, cómo se conjuntaban todos sus ingredientes y cómo la melosidad de las manitas eran avivadas con la chispa del vinagre, la hondura de los boletus, las nueces, las especias… Y esa temperatura, tibia… Uffff…. Grande.
Steak Tartar a la vista con pan recién tostado. Elaborado, tal como indica el nombre del plato, en tu presencia, pero con la carne previamente picada. Un buen steak tartar.

--->Principal
Cabrito al horno. Para dos personas. Al más puro estilo tradicional, servido en cazuela de barro y ración generosísima. Simplemente espectacular. El sabor, el punto, la textura, la jugosidad, la calidad… Desconozco si fue casualidad o siempre obtienen este resultado, pero… dudo que lo puedan superar.

--->Postre
Sorbete de margarita casero. Realmente acertado el consejo del Jefe de Sala en este punto, ya que después del atracón de cabrito, entraba realmente bien, desengrasando y refrescando.

Correcta la carta de vinos y su servicio. Alrededor de diez referencias de blancos, otras tantas de espumosos, un par de rosados y una treintena de tintos, con predominio de Aragón y La Rioja. Tomamos un Chardonnay 234 de Enate y un Aragonia de Campo de Borja.

Servicio moderno, formado, con buena presencia, atento y simpático.

Salí sorprendido y muy, muy satisfecho. Repetiré, desde luego que repetiré. Esas manitas y ese cabrito lo merecen.

Cookies en verema.com

Utilizamos cookies propias y de terceros con finalidades analíticas y para mostrarte publicidad relacionada con tus preferencias a partir de tus hábitos de navegación y tu perfil. Puedes configurar o rechazar las cookies haciendo click en “Configuración de cookies”. También puedes aceptar todas las cookies pulsando el botón “Aceptar”. Para más información puedes visitar nuestra Ver política de cookies.

Aceptar