En las alturas...

Cena de viernes, pre-día de san Valentín; debido a este fin de semana de carnavales-san Valentín, pusieron un menú a un precio bastante competitivo.
El restaurante esta ubicado en la terraza del hotel domine; las vistas son espectaculares,con lo que no extraña el porrón de bodas y eventos que deben de dar. Asesoramiento de Martin Berasategui. Servicio joven y atento,aunque tiene ese regusto de hotel, no se muy bien como explicarlo...mesas no muy grandes, juntitas, vestidas normalitas; copas bonitas pero incomodas. Se puede apreciar perfectamente que allí sirven diariamente uno de los mejores y mas caros desayunos de la ciudad; vamos, no es un restaurante al uso.
- Foie, coctel de cava y pluma de pan: mousse de foie, gelatina de cava en exceso de cantidad y dulzor; machacaba al foie.
-Ensalada de centollo con vinagreta de encurtidos: rica ensalada, quizás se hacia algo pesada por su tamaño XL. Laminas de algo que no supimos identificar dentro de la ensalada, con aspecto de langosta laminada.
-lomo de merluza con espárragos: un lomo al vapor, perfecto de punto y de gran calidad. Acompañaba una espuma de espárragos, laminas translucidas de triguero y un caviar de anchoas en salazón ,que le daba mucha chispa. Muy, muy bueno.
-Solomillo asado, pastel de hongos :un acojonante solomillo, demi-glace, un pastelito de hongo y unas chispas de jamón deshidratado, haciendo el papel de la maldon. El mejor solomillo que he probado, y han sido muchos! le pregunte haber si era de Luismi y amablemente me preguntaron en cocina; me contestaron que era de Goyo, al que le tendrían que hacer un monumento!!
-Fresas, espuma de yogur: fresas laminadas, yogur y en mi opinión demasiada gelatina de vino blanco; al principio estaba rico y equilibrado, pero cuando metías la cuchara al fondo de la copa el vino podía con todo. Un corazón con forma de fresa en una piruleta, para darle el toque de San Valentín.
Tomamos los dos vinos que incluía el menú: viña sol de torres y viña salceda, que rellenaron todas las veces que hizo falta si tener que hacer ni un guiño...
Café muy rico y carrito de infusiones para elegir el que mas te gustara de la carta; acompañaban una trufita y una financiera .
Tuvieron el detalle de obsequiarnos con un vale para tomar una copa en el Splash ,el bar de copas; nos dejaron elegir lo que quisiéramos (lo recalco la amable camarera), un detallazo!
Y todo esto por 50 eurillos IVA incluido...
Yo la verdad, tratándose de un restaurante de Martin Berasategui, esperaba un poco mas de cocina y raciones mucho mas pequeñas, así que lo uno por lo otro...