Lugar de frecuente paso de veremeros, y con razón. Nos ubicaron en la parte más profunda (3º sótano) del restaurante y que corresponde a la zona de bodega y más atemperada del local. La zona tiene recobecos que hicieron que nos distribuyeramos en varias mesas en nuestra tradicional comida (de forma excepcional al medio día) con vino de sobaquillo.
Menú pactado de antemano por lo que desconozco carta de vinos y comida pero por lo visto en mesas vecinas, cocina muy castellana basada exclusivamente en un buen producto teniendo como estrella el lechazo al horno. Buen trato del vino que nos facilitó frio, sacacorchos de láminas... y el servicio de mesa bastante rápido y eficaz, servicio de vino es imposible en estos encuentros donde el caos de botellas de vino diferente y sin hilo conductor se convierte en un frenesí de sensaciones y catas de vinos completamente diferentes.
La parte de comida siempre con buena calidad de producto y sin ningún planteamiento de emplatado o de decoración, con servico al centro para compartir:
. ensalada de la huerta: básica de lechuga y cebolla, en realidad diseñada para acompañar al lechazo.
. morcilla de Burgos: calidad correcta y con poco paso de plancha como debe ser.
. chorizo de la olla: muy jugoso, bien de sabor y calidad.
. queso tradicional de Peñafiel "Flor de Esgueva": correcto queso sin nada destacable.
. lechazo asado: buen producto, buena punto de cocción y raciones correctas, pudiendo repetir dentro del grupo.
. postre casero: tarta de queso: la tarta cumple aunque con una presentación tan poco currada como es una nata de bote y una innecesaria caramelización sobre la misma.
. café y licores: buen café y orujo blanco, de café y algún otro más.
En la parte de vinos y en el caos de que cada comensal traiga una botella de vino que le apetezca formandose una tormenta perfecta de vinos. Lo que allí se bebió fue (sin más orden que la colocación de las botellas una vez se acabaron todas):
Magnum de garnacha aragonesa de la cooperativa de 1967, Porto Kopke 10 años blanco (botella medium), Finca Terrerazo 2016 (2 botellas), Alejairén (2 botellas), Grace brut, Flor merlot 2012, Don Quintín Ortega, Jesús!, Porto Kopke 10 años rojo, Lustau Almacenista oloroso, Lustau Moscatel Emilín, Sierra Cantabria, ?, Lustau Amontillado Escuadrilla, Tejonera, Servillo, Onomástica, Cal Pla 2016, Lopez de Haro reserva 2011, Lavradores de Feitona, Pago de Carraovejas vino de autor, Servilio Vendimia Seleccionada, Dominio de la Vega vendimia especial (2 botellas), Pichler riesling 2016 Ried Burgstall, Flor de Albillas, Fino Cruz Viejo, Eléctrico, Federico Paternina Reserva 1981.
Como antes hubo cata en la bodega de Protos y tras la comida y bebida referida más la ola de calor (40º) en la calle, se hizo necesario un ratito de siesta antes de pasar a visitar una nueva bodega por la tarde/ncohe.