El mas bello de la ciudad

Probablemente uno de los restaurantes más bellos de la ciudad, con clase, con distinción, con emblema.
El restaurante, ubicado en el primer piso de una casa noble (podríamos llamar palacio) de la plaza Alfonso Magnánimo del siglo XIX, posee distintos espacios que permiten la estancia de manera más discreta si lo deseas.
Después de la restauración que han llevado a cabo durante los meses de verano, un nuevo espacio más informal dentro del propio restaurante pero debidamente separado, recuerda a una barra de cualquier gastrobar que existe a ras del suelo, pero ninguno puede competir en su ubicación, este es imbatible, aunque no este Patiño, al que siempre se le puede encontrar en su nuevo restaurante.
Un espacio más desenfadado que el resto de los salones, permite una degustación tanto de tapas como de la nueva cocina con toques peruanos que proponen, en su barra se exhiben mariscos del día, en mi caso nos decantamos por el salón tradicional, que con un aspecto inmejorable, tanto en la puesta en escena, como la mesa vestida, hacen que la cualquier ocasión, sea especial.
Un servicio muy atento y profesional, pendiente en todo momento de agradar y complacer, hacen que te sientas como un marques, en un ambiente cuasi palaciego, la carta es curiosa, puedes optar a dos tipos de menú degustación, uno por 60€, otro por 45€, también hay otro por 20€, pero solo de mañanas, o una serie de tapas perfectamente elaboradas que no pensarías poder tomar allí.
Nos decantamos por esta opción y el resultado fue inmejorable, por cierto, exquisito ese cochinillo tipo cochifrito, una carta de vinos no muy amplia y tal vez algo más caros de lo que el mercado señala, sobre todo teniendo en cuenta sus referencias.
Respecto a los postres, indicar que además de no poder verlos en carta alguna, cosa que siempre invita a pecar, el maître nos ofreció tan solo dos opciones, de manera que solicitamos ambas para cuatro, pero a nadie nos convenció, le falta vida a esos postres que querían ser algo y se quedaron en nada.
Un lugar para volver, aunque para ello no precises escusa alguna.
Saludos

Recomendado por 1 usuario
  1. #1

    Abreunvinito

    Por lo que cuentas, un cambio radical de todo: decoración, tipo de local, menús... en el incoparable marco de elegancia de siempre.
    Recuerdas un poco lo que eran los menús que comentas para ampliar datos. Gracias
    Saludos

  2. #2

    Joset

    en respuesta a Abreunvinito
    Ver mensaje de Abreunvinito

    Hola, lamentablemente mi memoria es de pez, aquello que no cuento en el acto, no consigo recordarlo después, pero puedo decirte que a todos los que nos sentamos en la mesa, nos convenció mucho mas la propuesta de tapas, había algo en el menú que no nos ilusiono, ni en el de 60 ni en el de 45, llámame peculiar.
    En la mesa de al lado, junto al mirador (optima para parejas) si lo tomaron y lo que vi desde mi posición era bastante atractivo, con una puesta en escena muy interesante.
    Saludos

  3. #3

    Abreunvinito

    en respuesta a Joset
    Ver mensaje de Joset

    Pues esos cambios apuntan muy bien.
    Saludos

Cookies en verema.com

Utilizamos cookies propias y de terceros con finalidades analíticas y para mostrarte publicidad relacionada con tus preferencias a partir de tus hábitos de navegación y tu perfil. Puedes configurar o rechazar las cookies haciendo click en “Configuración de cookies”. También puedes aceptar todas las cookies pulsando el botón “Aceptar”. Para más información puedes visitar nuestra Ver política de cookies.

Aceptar