El cuidado de los detalles

Ya había ido varias veces a este restaurante a comer pero nunca había ido a cenar, el viernes fue mi primera vez (y no será la última).
Para empezar destacaría el entorno que es maravilloso, pero también hay que resaltar la colocación de las mesas muy espaciadas y distribuidas de forma estratégica para ni oir ni molestar a los otros comensales.
El servicio muy discreto y elegante. La ambientación musical muy buena, tenue y sin entorpecer la conversación (casi no la percibes pero esta ahí).
La comida muy buena, unos entrantes compuestos de ortigas de mar, ensalada de tomate y ventresca y ensaladilla rusa, todas ellas muy buenas. También pedimos unas croquetas de cocido que estaban bien pero eran mejorables.
De plato principal pedimos bacalao y presa que no probé pero me dijeran que estaba magnífico. Yo pedí chuleta de buey que compartí (era para dos personas) y que estaba muy buena, aunque yo la hubiera preferido poco hecha pero la pedimos al punto (a mi amigo le gusta la carne más hecha que a mí).
Los postres muy correctos.
El vino muy bueno. Pedimos Pruno que es un vino muy bueno a un precio muy acertado (17€).
Del precio diré que me pareció muy correcto, incluso barato para lo que cenamos.
Muy recomendable.

Recomendado por 2 usuarios
  1. #1

    Pana

    El viernes volvía ir a comer con un cliente y se ratificaron todas mis expectativas.

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