Surtopía.

Bien. Pero. Sensaciones encontradas. ¿Cómo de sur es el sur? ¿Cuánto sur hay en el sur? Me falta sur. ¿Me falta sur?

¿Sabéis eso de que los restaurantes japos o los chinos que hay en Madrid tienen una cocina tamizada y adaptada a nuestro gusto? Pues esa sensación tenía. Cocina para el gusto madrileño. Para no ofender paladares. Siento que me falta sur en este sur. El sur, por otro lado, tiene una cocina diversa y amplia; me falta sur.

Bien. Pero.

Servicio majo y que se esfuerza por agradar y hacerte sentir cómodo. Atento en todo momento.

Amos al turrón. Carta con cosas apetecibles, pero ya en harina, pues degustación largo denominado Bajo Guía. Reviso la carta de vinos. Pues oooooooye, tienen un montón de cosas apetecibles a precios pagables.

De aperitiveo un promisorio Bloody Mary / Gazpacho con mojama de atún y unas aceitunas extra-gordales aliñadas; riquérrimas.

Escribiré de memoria que yo eso de los desgloses lo dejo para las facturas. Agradable tartar de alistao con piriñaca (yo lo llamo así).  Muy rico el plato de gambas chiuatas sobre yema de huevo. ¡Mojé pan!

Por cierto, el pan. De masa madre hecho por ellos. Está rico. También un par de pequeños brioches. De aceitunas negras uno y perejil el otro. También ricos.

Sigo. Tortillita de camarones. Bien. Vale. Pero. Ventresca de alistao al ajillo; con el problema de que los ajos se habían ido de punto y todos sabemos qué ocurre con su sabor. Bien el róbalo con navajas.

Hubo más platos, sí. Pero.

Postre rico: mousse de chocolate con frutos rojos (el chocolate como campeón emérito de los postres) y también muy ricas las fruslerías (¡mmñññaaa! ¡petit-fours a moi!) con el té final (estoy mayor, ¡con lo que yo he sido en eso de tomar café!)

Vino. Bien. Pero. Por un lado los vinos escogidos en el maridaje me resultaban un poco así, como quedarse a media salida. Sencillos. El más destacable para mi gusto fue una suerte de ¿oloroso? ¿amontillado? con PX en el postre y que embotella para ellos Sánchez Ayala. Me recordaba al amoroso de Maestro Sierra. También tenía su cosa la manzanilla pasada, pero le precedió el fino Camborio que era pelín más potente que esta y se quedó un poco eclipsada por ello.

Algo, en el asunto del vino, que no entiendo. De principio indican que se va a utilizar la misma copa para todo. Copas hay de sobra, que el lugar no estaba lleno. No lo entendí.

En suma, se come bien, pero.

Ahora sí, el desglose pecuniario. El menú 45 EUR, el maridaje 16 EUR, agua (y me hinché de agua que la calor tiene estas cosas) 2,8 EUR, el pan 2,9 EUR y el té verde 2,1 EUR.

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