Creciendo

Cambio de cartas, donde se plasman las ilusiones y las ganas de hacer crecer este restaurante, al que algunos, que conocemos y visitamos desde su apertura, tenemos como referente de la cocina andaluza en la capital. Pero no la cocina andaluza tradicional, para ese tipo de cocina existen otros lugares, no, la cocina andaluza de autor, esa cocina que sin perder sus raíces culinarias, es adaptada a los gustos actuales, aumentando así su proyección.

Hablaba de cambios en las cartas, en plural, no solo la dedicada al comercio, también la dedicada al bebercio, que solo contempla vinos andaluces y que junto con su oferta de generosos, manzanillas y un largo etcétera, hacen de este lugar el estar considerado como el mejor escaparate de la oferta vinícola andaluza, en la capital.

Ademas de un Blanco de Blancos de Barbadillo, vino elaborado con uvas verdejo, moscato y sauvignon blanc, vino que lleva poco tiempo en el mercado y que tuvimos ocasión de conocer este verano pasado, hemos podido catar las dos últimos incorporaciones a la serie de jereces 11540, una manzanilla en rama y un medium sweet, muy buenos en ambos casos.

En lo que atañe al aspecto de comercio, se ha concretado en:

- Mantequilla colorá, croquetas de corvina al amontillado y bloody sherry, a modo de aperitivo, y marcando un bien comienzo.

- 1/2 Makis de papas aliñás con ventresca de pez espada. Original imitación de un clásico maki, con su alga que envuelve el conjunto, un interior con una soberbia patata aliñada cuyo sabor recuerda al sur, y el remate de la ventresca que le aporta frescura.

- 1/2 Sardina marinada en fino, tartar de tomate y gelatina de espinacas. Estéticamente, habla muy bien, pero a nivel de sabor mejora las presentaciones de otras épocas.

- 1/2 Salpicón de pochas tiernas con ventresca de corvina. Su versión de un salpicón, con un buen producto y un AOVE es difícil fallar. Muy bueno.

- Chipirón de costa sin tocar, puré encebollado. Hermosos ejemplares apenas marcados a la plancha, tiernos, acompañados con un puré tibio que hacen un conjunto con un agradable sabor.

- Corvina de caña con pil pil de manzanilla y alcauciles. Platazo. Buen producto, generosa ración, pil pil construido con la gelatina del bicho y la manzanilla que deja su huella.

- Mandarina, yuzu, lima, maracuya y gelatina de oloroso. Postre muy refrescante que limpia bien la boca. Agradable.

- Café irlandés (café, caramelo, whisky y queso) Buen cierre, original por la aportación del queso que le da cuerpo. Para los amantes del destilado, seria deseable una mayor presencia del mismo, se aprecia muy escasamente.

Petits fours y cafés con hielo ponen el punto final a esta visita que nos permite apreciar un salto hacia delante, lo cual, ademas de alegrarnos, nos motiva aun mas a volver.

  1. #1

    Pyafm

    El único reproche que hacía al rte era lo exiguo de las raciones...¿Ha mejorado el tema?
    Saludos

  2. #2

    Jose Luis Gracia

    en respuesta a Pyafm
    Ver mensaje de Pyafm

    No son raciones abundantes, no. Sigue mas o menos en esa linea.

    Saludos.

  3. #3

    JaviValencia

    Un lugar al que tengo muchas ganas de ir. Intenté reservar hará un año pero estaba completo. A ver si para el año que viene...

    Saludos José Luis ;-)

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