¿Mala suerte?

¿Mala suerte?

Acudimos a La Mozaira motivados por la lectura de las excelentes críticas en Verema. Durante los 25 minutos necesarios para llegar a la alquería desde nuestro domicilio en Valencia, uno de nuestros acompañantes comentó que Bernie Ecclestone se interesó en adquirirla. Realmente no se si era algún tipo de leyenda urbana o si se ceñía estrictamente a la realidad, pero sirvió para avivar aún más las ganas de alcanzar tan insólito emplazamiento.

A la llegada, he de reconocer, que cumplió del todo con las expectativas. Una alquería del S.XVII rehabilitada y convertida en hotel. Destacaría que el proyecto ha sido realizado con un gusto exquisito.
Amablemente se ofrecieron a mostrarnos las diferentes dependencias que componían la alquería, así como a adelantarnos las futuras mejoras que tenían previsto acometer a lo largo del próximo año. ¡Muy de agradecer!

Pese a ser un hotel de tipo familiar abierto al público durante todo el año, me llamó especialmente la atención el impecable estado de los jardines así como del interior, sencillamente perfecto.
Si he de destacar algo, de lo sobresaliente de las instalaciones, destacaría por deformación profesional, lo acogedor que me resultó el pequeño comedor del restaurante. Los muros originales de la masía, completados por unos inmensos ventanales servían de contenedor a una perfecta armonía de colores cálidos y neutros. Mesas redondas con sugerentes sillas estilo provenzal de idéntico color.... sencillo y nuevamente perfecto.

Mi primera sorpresa llegó cuando nos indicaron que en verano las cenas se servían en el exterior, dado lo mucho que me agradó esta dependencia, he de confesar que me entristeció un poco.
No obstante, los jardines y el porche son más que correctos para celebrar cualquier tipo de cena o evento, así que olvidé pronto mi desconcierto y me dispuse a disfrutar de una exquisita velada, puesto que entorno y compañía bien lo predecían.

El servicio perfecto, o al menos el que a mi me gusta: un trato cercano pero muy profesional.
Y....hasta aquí llegó la magia.

El menú que nos ofrecieron era un menú cerrado que consistía en un aperitivo cortesía de la casa, seguido de tres entrantes, plato principal y postre a elegir. El precio del menú era de 35€ IVA Incluido.

El aperitivo de la casa consistía en un rollo de salmón con una crema de queso, montado en un pequeño biscote. Pese a ser cortesía de la casa, he de confesar que no entendí porque lo sirvieron en un biscote de factura muy similar a los de supermercado.
Le siguió el primer entrante, una ensalada de crudités. Creo que en algún momento de la visita a la masía nos comentaron que disponían de huerta propia, por lo que pese a la sencillez del plato me pareció coherente.
El segundo entrante fue un buñuelo de bacalao, crujiente y correcto.
El tercer entrante, quizá el más sorprendente de la cena, consistía en un foie sobre una crema de maíz. El intenso sabor del maíz complementaba el foie de manera realmente singular. Para mi sorpresa, acompañaron este entrante nuevamente con una bandeja de biscotes, y esta vez pude constatar que se trataba de bollería industrial que desmerecía por completo el acompañamiento del plato.
Mi siguiente elección fueron los calamares, creo que encebollados y en dos texturas. Reconozco que el calamar era de buena calidad, pero la elaboración y presentación dejaba mucho que desear. Una batería de calamares aún hoy no sé si cocidos o a la plancha, pero desde luego si que sé que no quise acabarlo. Un plato totalmente carente de sentido, no por su prometedor planteamiento, pero si por su ejecución.

El postre fue correcto, un pastel de queso con frutos del bosque.

Sinceramente no se que pensar, ya que las buenas críticas de Verema pertenecen en su mayoría a visitas realizadas durante el año pasado.
Desconozco el negocio de la hostelería, y no se si el hecho de acudir un lunes de agosto puede tener alguna incidencia en el decepcionante resultado.

Por el momento no pretendo volver hasta que se me resuelva la duda de si fue mala suerte... o no.

Recomendado por 1 usuario
  1. #1

    Vinsimes

    Hola compañero... El equipo de noche como puedo observar no puede suplir todo el trabajo que hace una persona como Luis Ernesto... De hecho no se si preguntaste por el pero no creo que estuviese ya que solo está de día...

  2. #2

    Javier46

    Quizas la explicacion de tu experiencia es la que comenta Ruben. El cocinero de mediodia no esta ni por la noche ni los fines de semana. Por lo que comentas , no tiene nada que ver la cena con la comida

  3. #3

    Sombrerodecarton

    Gracias por vuestros comentarios, Javier y Rubén. Ciertamente todo apunta a la ausencia de Luis Ernesto durante el servicio de cenas. Os agradezco vuestras útiles indicaciones y confío en poder añadir pronto un comentario positivo de La Mozaira.
    Saludos.

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