Trufa y trucha.

Nos coincidió que íbamos de viaje y pasábamos a la hora de comer cerca de Sarrión, paraíso trufero, y dado que nos encontrábamos en plena temporada de trufa negra, decidimos parar a comer en algún restaurante de la zona.

Nos faltaba por conocer éste, así que allá que fuimos.

La Escaleruela es un lugar francamente agradable, apacible. En medio de la nada, alejado del pueblo, y a la vera del río Albentosa, se encuentra este complejo que incluye hotel, restaurante, piscina, merendero y piscifactoría.

El restaurante es totalmente rústico (es lo que toca) adecuadamente acondicionado.

Cocina tradicional turolense.

Nosotros íbamos a lo que íbamos, así que…

Tostadas de trufa negra.
Trucha ahumada.
Migas con huevos trufados.
Huevos fritos con huevos trufados con jamón.

Las cantidades de trufa eran correctas sin más, y la calidad buena. Los platos no tenían ningún encanto, aparte del de la trufa, claro. No estaban malos, pero les faltaba “chispa”.

La trucha sin embargo nos sorprendió. Se trataba de trucha asalmonada procedente de la piscifactoría comentada, al parecer ahumada artesanalmente, y resultó sabrosísima y menos grasa que el salmón.

Carta de vinos escueta, de la que seleccionamos el bilbilitano Atalaya Real 09, modesto coupage de tempranillo y garnacha. Copas malas y trato del mismo inexistente.

Había una sola camarera para toda la sala, pero nos atendió bien. Una joven espabilada, agradable y educada.

Después de comer nos dimos un delicioso paseíto por el complejo.

No nos enamoró, pero repetiremos. Volveremos para probar el ternasco asado y otras elaboraciones de la trucha, y así de paso disfrutar nuevamente de ese privilegiado paraje. Nos comentaron que, en verano, el hecho de comer en el restaurante te da derecho a darte un chapuzón en la tranquila piscina rural.

  1. #1

    Obiwan Ferran

    Menuda jartá de huevos os pegasteis, no? Y de trufa, claro ;-)

  2. #2

    G-M.

    en respuesta a Obiwan Ferran
    Ver mensaje de Obiwan Ferran

    Pues sí!
    Teníamos mono de trufa y eso es lo que había. En carta había un guisote de ternera y trufa, pero se les terminó.

Cookies en verema.com

Utilizamos cookies propias y de terceros con finalidades analíticas y para mostrarte publicidad relacionada con tus preferencias a partir de tus hábitos de navegación y tu perfil. Puedes configurar o rechazar las cookies haciendo click en “Configuración de cookies”. También puedes aceptar todas las cookies pulsando el botón “Aceptar”. Para más información puedes visitar nuestra Ver política de cookies.

Aceptar