Nueva visita, teníamos pendiente venir en la temporada de atún de almadraba de derecho, y a fe que hicimos pero que muy bien.
Nos hicimos un menú monográfico de atún (salvo el postre, que aún no tienen de atún, pero todo se andará...): empezamos con dos medias razones en platos que se brindaban a ello, unas brochetitas de atún en tempura buenas pero que luego se revelaron como lo más flojo de la jornada, y una lasaña fría de atún (en pasta de arroz) que nos sorprendió y encantó a partes iguales.
Continuamos con un tartar de atún excepcional, magníficamente macerado y con su punto de sal Maldon, y luego con la estrella de la casa, que no falte nunca, su excepcional morrillo a la plancha.
Para acabar aún tomamos una ijada en salsa de melocotón y Pedro Ximénez, que puede parecer un revoltillo extraño, pero nada de eso, una fusión de sabores espléndida.
Regamos con un Pago de Carraovejas 2005, el servicio del vino es solamente correcto, descorche, prueba y para de contar, ni servir en las copas.
Finalmente tomamos un buen postre, lingote de chocolate con salsa de menta y helado de regaliz, bueno pero por debajo de la fantástica comida que habíamos tenido.
Invitaron a los chupitos (orujo de hierbas y vodka chocolate Pancracio).
El servicio, sin ser malo, deberían mejorarlo para estar en consonancia con la cocina, el camarero no puede venir diciendo "allá va el morrillo", ni no cambiar plato ni cubiertos en toda la comida.
Aunque la valoración global es positiva por supuesto, repetiremos y es un sitio a donde traer visitas de fuera de la zona.
Pero si de cocina hablásemos solamente, estamos ante uno de los mejores restaurantes de pescado (y específicamente, de atún) de España.