Este restaurante tiene una cosa buena y cosa mala, y lo peor es que es la misma: la ubicación.
Al estar tan céntrico y en una de las calles más transitadas por turistas, peca de la confianza de tener la clientela asegurada. Mi sensación es que no se cuidan los detalles porque "no hay necesidad", al menos a corto plazo.
Optamos por el menú buffet en el que ofrecen una serie de platos por un precio fijo y, al ser 5 personas nos dio para probar bastantes cosas.
Las raciones son muy escasas, por lo que tuvimos que pedir que doblaran algunos platos para poder probarlo todos. Los platos de fritura, tipo los rollitos, no están mal en cuanto a cantidad de aceite (una cruz que acompaña a muchos de estos restaurantes asiáticos), pero las presentaciones no son muy buenas. Un par de platos llegaron bastante quemados y tuvimos que dejarlos sin probar. El sushi de pescado, otro de los grandes alicientes de estos restaurantes, es calidad más bien pobre. Los pescados no estaban muy logrados, la mayoría por congelación excesiva o incorrecta (ojo, el pescado crudo se debe congelar siempre para acabar con el anisakis, lo que critico negativamente es el cómo se congeló), el sashimi de salmón con cristales de hielo, el atún se había deshidratado... Los califonia maki y los temakis vegetales muy ricos. El pato crujiente también nos gustó bastante, aunque lo esperábamos como el pato Pekin con las tortas.
Carta de vinos sencilla donde, de nuevo, prevalecen los tintos que son difícilmente maridables con esta cocina y copas muy mejorables, aunque creo que este local no está destinado a los amantes del vino.
Correcto sin más, pero no creo que vuelva, al menos en una larga temporada.
Mi novia y yo solemos ir a un restaurante japonés al mes, la tradición hace que vayas descubriendo sitios interesantes, muy variados y con la escasez de este tipo de sitios de calidad en Valencia, alguna que otra vez repetimos en alguno a lo largo del año.
Lo bueno de este sitio es que está muy bien comunicado y es fácil plantarse allí. Está en la calle Ribera (entre la Plaza del Ayuntamiento y la Plaza de Toros), tiene la parada de metro a 2 minutos (perfecto por si te animas con la bebida en la cena o decides tomarte alguna copa después de cenar).
Recomiendo este sitio para la gente que se está iniciando en la comida japonesa, que quiere probar muchos platos, descubrir este mundillo, iniciarse en el sushi, caer en la broma de "comete esto verde que verás que bueno" (wasabi). Tienen dos formas de cenar, una sería buffet libre a la carta (te preparan los platos según los vas pidiendo) o bien pedirte platos (hay platos especiales que no están incluídos en el buffet) y menús.
Este día íbamos con amigos, que sólo habían ido un par de veces a sitios parecidos, por lo que era perfecto para tomar el buffet libre a la carta en la cena. Por 17 € cada uno (sin incluir bebida), tenemos más de 50 platos donde elegir. Ojo, platos que te hacen en el momento, nada de levantarte tú a por ellos o comer cosas que llevan horas hechas.
Cogimos un poco de todo, la cena estaba dedicada a nuestros amigos, para que fueran probando cosas interesantes. Mencionaré algunos de los platos que se pidieron, no pongo todos porque (somos muy de comer) ocuparía demasiado en el comentario y es imposible acordarse de todos.
Empanadilla Frita
Empanadilla a la plancha
Mini Rollo de carne con verdura
Fideos Fritos
Pollo frito con salsa teriyaki
Pinchitos de pollo
Ternera con salsa ciruela
Pato asado con salsa japonesa (de mis preferidos)
Pollo con chocolate (es un poco raro, pero merece la pena probarlo)
Sushi de salmón, atún
Makis, Futo Makis
Sashimi de salmón y atún (esto no puede fallar)
Puntilla rebozada (esto parece más un plato españolizado, pero está bueno)
Temaki (puedes elegir de qué lo quieres)
Entrecot plancha salsa japonesa (rico)
Pato asado crujiente
Maki de Huevas de salmón (de este sólo se puede pedir uno por person)
Pincho de pato (nos encanta el pato!)
Maki de pollo, de gamba de BBQ Salmón
...
Algún plato más nos comimos. El local es estrecho pero las mesas están bastante separadas unas de otras, puede que sea algo incómodo si se llena todo y baje un poco la velocidad en la que te ponen los platos en la mesa.
De postre (incluido en el precio) tomamos: Helado de té verde, mochi y helado de mango.
De vino algo flojo, tienen referencias pero de calidad baja-media. Pero no hay problema porque lo riegas con cerveza japonesa y ya está.
No es el mejor japonés de Valencia ni todos los platos son 100% tradicionales japoneses, pero por 17 euros (para cenar) o 14 euros (para comer) es muy interesante.