Le dimos otra oportunidad.
Dos personas, en barra.
No reservan, pero cuando entramos, dos mesas para unas 8 personas cada una, preparadas. Lo que dije en otra valoración, lo han convertido en un club de amigos.
El servicio no muy profesional, de los que se ahogan en un vaso de agua. El encargado acaba cubriendo las carencias de los camareros.
La comida, correcta, 5 tapas.
La bebida, bien, varias copas, Oporto, Fino Macharnudo, Predicador, Lalama.
Precios, equilibrados.
Local perfecto para quedar con amistades y degustar unos buenos vinos y unas tapas excelentes,sobre todo la carrillada con manteca colorada o la minihamburgues, el vino "PREDICADOR" perfecto, un excelente vino, el servicio un poco lento, esperemos que sea el rodaje y con el tiempo sea mejorado, la cocina perfecta y el local inmejorable, aunque eso si un poco reducido, luces perfectas y ambiente por lo general agradable.
Las raciones no son generosas (son exactamente como 3 tapas), el vino que se sirve por copas tampoco hará daño y el servicio de sala fue descoordinado. El camarero trajo todo a la vez y, como nos quedamos con hambre, pedimos otra cosa. Tardó excesivamente, más que la primera comanda. También pedimos más bebida y la trajeron de postre (que ya no pedimos).
La carta es muy corta.
El entorno está cuidado, con mesas cómodas (quizá un poco amontonadas y con poco espacio para los camareros) y con iluminación muy agradable. No se perciben olores de cocina.
Valoro como flojo el servicio de vino por lo rácano, aunque la selección es la habitual para un local de esta categoría. Sorprende por lo poco habitual en estos establecimientos, que instalen dispositivos antigoteo en las botellas, ya que no hay mantel.
Valoro como floja la comida porque, además de escasa, abusaba de los prefabricados. Detallaré que el plato de ravioli trae tres ("como tres tapas") y cuesta 8€, o el de cochinillo, que trae tres "fingers", por 11€.
Finalmente, aunque es económico, la calidad-precio flojea por lo argumentado anteriormente.
Bien, en líneas generales.
No cierra a mediodía, con lo que, a los que llegamos temprano por la noche, nos toca "sufrir" la limpieza del local.
La comida aceptable, en calidad, presentación y precios.
Gran cantidad de vinos por copas, a precios muy competitivos, aunque por botellas, precios dispares.
Un placer disfrutar de vinos de "Equipo Navazos" por copas, incluidos los cavas.
Teniendo en cuenta quiénes son los propietarios, el éxito puede estar garantizado, si:
- No lo convierten en un club de amigos;
- Controlan algunos detalles, como la limpieza en los aseos tras usarlo personal del local.
Bonita sorpresa en el centro de Sevilla.
Local acogedor, servicio amable.
Tapitas elaboradas y estan en precio.
Creo que habia mas de 50 vinos por copas y a precios asequibles, carta interesante.
Muy buenas copas.
Riquisima la mini hamburguesa y el cortadillo de salmon.
4 tapas y 2 copas de vino 20 €