Cata 246 de la Penya La Verema. Local funcional, moderno y con decoración sencilla. El menú incluía un espectacular pan de cristal que devoramos como pirañas. La cena basada en platos para el centro para compartir comenzó con un intenso ceviche de corvina que personalmente encontré magnífico pero al que el gremio anti-cilantro puso alguna pega, le siguió un plato impresionante, un plato sencillo pero con excelente sabor:
burrata con tomates, anchoas, kalamata y aceite de albahaca. Seguimos con un milhojas de foie, bueno, aunque últimamente estoy algo saturado de foie..., tras él, croquetas de chipirón, excelentes. Seguimos con un plato de nuevo en apariencia sencillo pero que sobre todo por el punto y textura de las alcachofas resultó muy bueno: alcachofas confitadas, huevo frito y jamón ibérico y cerramos, antes de los postres, con un entrecot trinchado con guarnición. Muy rico. Acabamos con una selección de postres de la casa, ricos. El precio que pongo no incluye vinos. Tiene una carta de vinos cortita pero con cosas interesantes. Buenas copas. El servicio, joven y dinámico estuvo muy pendiente y dado el tamaño del grupo la atención fue muy buena. Repetí unos días más tarde en una sesión de Gin Tonics vespertinos. Buena selección de ginebras y tónicas y servicio bueno, sin florituras, en los que la ginebra se sirve "medida" (no pone pegas a si pides más de una medida) y la tónica se la sirve el cliente.