Para “abrir boca” nada mas llegar y viendo que esta trattoria tenia una buena critica en Verema allí nos decidimos a ir fundamentalmente porque estaba cerca del hotel y acabábamos de dejar las maletas.Que mejor que un almnuerzo donde se decía que era una típica trattoria con excelentes pizzas. Pues bien.. asi es lo primero. De hecho la mayoría del publico eran trabajadores de los alrededores y romanos comiendo el menú del dia a pesar que la trattoria esta situada al lado del Coliseo a medio camino hacia la iglesia de San Giovanni in Laterano.
Pedimos una ensalada de la casa y como platos principales un pizza capriciosa y una lasaña de carne.
Pues bien, la pizza estaba buena sin mas pero la lasaña eran un monton de placas de pasta y la carne picada iba por encima. Ademas llegó fría después de media hora de espera solo acompañados de la lechuga y de una frasca de vino de la casa de 1 litro que casi terminamos…
Como postre un tiramisú casero mediocre.
Primera experiencia: Mala

Saliendo de la zona del Coliseo, enfrente de la Iglesia de San Clemente, pasamos junto a una Trattoria con varias mesas ocupadas por italianos, así que nos decidimos a probar.
Trato muy amable y desenfadado, familiar. La cocina ajetreada llena de pucheros de pasta cocinándose, lasañas, pizzas… aún no se me ha ido el olor a Italia.
Nos sentamos en la terraza, mesas pequeñas, juntas… Roma.
Agua, cerveza y frasca de ½ litro de vino rosso.
Tagliatelle al funghi, buenos y una espectacular pizza cuatro queso… la mejor que he probado en mi vida. Merece la pena el viaje por esta pizza… fina, con los bordes casi (y sin casi) quemados. Brutal de verdad. Lo comentamos y el campeón nos dice que a medio día está bien, pero que por la noche la bordan que el horno ha cogido más fundamento o que cambian al cocinero, no lo sé.
Súper-económico teniendo en cuenta el lugar donde se encuentra
El café como casi siempre, a la panadería.
Altamente recomendable.