Cocina marroquí tradicional

En compañía de unos amigos que conocían el lugar visitamos este restaurante un poco apartado de los grandes “focos de ocio” más concurridos. Como muy bien explica mi antecesor, se trata de un local muy familiar en el que el matrimonio que lo regenta nos recibe como quien acoge invitados en la casa. Decoración nada presuntuosa con marcado estilo árabe perceptible en los motivos pictóricos de las paredes, las lámparas, los manteles, la vajilla… Todo muy humilde pero con cierto punto de encanto (o al menos a mí me gustó).

Carta ciertamente corta con unas 15 propuestas entre las cuales varias corresponden a diferentes preparaciones de cous cous y tayines. Compartimos todo al centro de la mesa, excepto la sopa (individual):

- Zaalouk: Berenjena cocinada con el cuasi inevitable comino y desmenuzada que se topa sobre el sustento de un pan casero que estaba rico (más parecido a la típica “coca” valenciana que al pan convencional).

- Harira: Nos comenta el propietario, a quien gusta explicar un poco los platos, que es una sopa que suelen tomar en la celebración del Ramadán por el elevado aporte energético de la misma. Se intuye una gran variedad de verduras e ingredientes para su preparación pero sobresalen el tomate, con una acidez controlada (cosa que merece reconocimiento) y el cilantro que no casaba yo con la cocina marroquí. Muy rica, especialmente aconsejable en días más fríos.

- Cous cous de pollo: Presentación realmente casera que resta atractivo visual pero eleva ese componente tradicional que en ocasiones resulta altamente atrayente. Base de sémola un pelín apelmazada (la prefiero más suelta), garbanzos y piezas de pollo sin deshuesar que resultó un poco durillo. Contrapunto dulce con las pasa que coronan el plato. Rico su sabor en conjunto.

- Tayín de cordero: Esta carne sí estaba realmente tierna. Se usa la paletilla y se separa del hueso con mucha facilidad. No se enmascara para nada el sabor característico de esta carne y, aunque ello es aplaudido en ocasiones, eché en falta un pelín más de especias o una salsita picante que bien podría haberse servido a parte a gusto de los comensales. Como si le faltase un pelín de la chispa que uno busca en restaurantes de cocina internacional.

- Pastela dulce: Perfectamente explicada también por Almolo en la valoración que me precede. No quiero repetirme. Impresiones muy parecidas también a la hora de valorarla. Muy rica, de lo mejor de la noche por su sabor, originalidad y textura.

- Yogur: La base es justamente un correcto yogur, sin más. El punto distintivo es el majado de frutos secos que lo corona (almendra, avellana, nueces…) y el azúcar moreno usado con generosidad que facilita enormemente la ingesta del mismo.

- Pastelitos y té: Típicos dulces árabes al estilo “garrapiñado” con frutos secos y un elevado punto de azúcar sin volverse excesivamente empalagoso. Rico el te con marcado sabor a hierbabuena.

Tomamos cerveza, agua y una botella de vino tinto marroquí: Domaine Larroque, elaborado con uva merlot. El precio final subió un pelín por el mismo. Si no, ciertamente estaríamos hablando de un precio de risa para un lugar en el que cenamos francamente bien y en el que el servicio y la simpatía de su gerente es un valor añadido a tener en cuenta.

  1. #1

    JaviValencia

    Interesante. Me gusta más la cocina libanesa pero eso no quita que lo visite ;-)

    Que tal ese merlot marroquí?

  2. #2

    Antoni_Alicante

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    Pues muy asperito al principio aunque, tal como avanzaba la cena, se dejaba beber.

  3. #3

    Jeronimo

    Salam alaikum. Supongo de jamón ni hablamos.

  4. #4

    Antoni_Alicante

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    No no. Ni por asomo

  5. #5

    Abreunvinito

    Pues una cocina que siempre es una buena opción,
    Saludos

  6. #6

    Antoni_Alicante

    en respuesta a Abreunvinito
    Ver mensaje de Abreunvinito

    En el fondo me parece una cocina un poco repetitiva por lo que ir con asiduidad puede llegar a cansar. Pero opción muy a tener en cuenta de tanto en tanto. Sabrosa desde luego lo es y el trato en este restaurante me pareció muy entrañable y aconsejable.

  7. #7

    Abreunvinito

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    No es una cocina ni imaginativa ni variada, pero como todas las cocinas extranjeras, una dosis ocasional, se hace interesante, pero desde luego ni siquiera una dosis mensual.
    Saludos

  8. #8

    JoseRuiz

    Otra opción, aunque la oferta de cocina marroquí es bastante uniformada. Para las pocas veces que visito Valencia, siempre me apetece probar alguna novedad.

  9. #9

    Alberto.Freire

    Pues sí que es barato ... Si no llegáis a tomar el vino sería escandaloso ;-)
    Saludos.

  10. #10

    Bouquet55

    No he probado nunca esa cocina, pero se ve atractiva
    Saludos

  11. #11

    Antoni_Alicante

    en respuesta a JoseRuiz
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    En Valencia hay otras propuestas de cocina marroquí con más renombre (Dukala, por ejemplo). Pero éste es un restaurante "de barrio" con cierto encanto y a muy buen precio.

  12. #12

    Antoni_Alicante

    en respuesta a Bouquet55
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    Pues sí. El vino valía 18 €

  13. #13

    Antoni_Alicante

    en respuesta a Bouquet55
    Ver mensaje de Bouquet55

    Yo he estado en dos o tres y siempre he comido francamente bien. Te animo a descubrirla

  14. #14

    Jansolo

    Muy interesante. Habra que que buscar algun hueco.
    Saludos

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