Cocina y vinos de proximidad.

Local de pequeñas dimensiones disponiendo de pocas mesas, con poca separación entre ellas. Handicap que queda compensado por su buena cocina, con productos de cercanía y excelente elaboración. 
Mesas bien vestidas, menaje acorde y copas para vino adecuadas, en nuestro caso cambiadas por copas de cava sin necesidad de solicitarlas. 
La carta es corta en presentaciones, basada en productos de proximidad y de temporada, pero con suficiente variedad para poder escoger sin problemas. En cuanto a la de vinos, con más referencias pero sin excederse, dando prioridad también a los vinos de cercanía, con trato especial respecto a la malvasia de Sitges, tanto en su versión seca como dulce. 
El servicio amable, profesional. 
Vamos a por los platos. Para empezar pedimos hamburguesa de ternera ecológica con cebolla caramelizada, queso de cabra y huevo escondido (la peque), carpaccio de higos con helado de queso de cabra y jamón ibérico (mi mujer) y tabla de quesos artesanos catalanes (yo) donde se combinaban cinco quesos (palauet-cabra, altejó-vaca, blanch de tòrrec-cabra, lligat d'ovella, blau ceretà-vaca), acompañados de dos mermeladas, nueces, rodajita de manzana golden y pipas de calabaza tostadas. 
De mi plato destacaría lo sabrosos que eran todos, destacando el queso azul por su larga persistencia en el paladar. 
La hamburguesa de la peque estaba deliciosa y dió buena cuenta de ella. Como anécdota nos preguntaron sin cambiaban algo del plato por su edad, pero no era necesario, ya que es la más gourmet de los tres. En cuanto a mi mujer, también le encantó su plato, gran sabor del higo y el helado de queso presentaba buena cremosidad y sabor suave. 
Nosotros pedimos como segundo plato, gallo del Penedés deshuesado, en sábana de pasta, con ciruelas y su salsa. Es decir, viene presentado en forma de canelón de buen tamaño con el gallo de relleno. Delicioso, nos gustó mucho a los dos. 
Indicar que las raciones son justas por lo que se debe tener en cuenta si llegas con hambre desmesurada o los que son de gran comer. 
Todo esto lo acompañamos con un cava Recaredo Gran Reserva brut nature 2011, gran nivel.  
Para postres, catanias la peque, crep de chocolate con crema de naranja amarga con frutos del bosque mi mujer (creo recordar que eran esos sus ingredientes) y un borracho de Malvasía en mi caso. Estos últimos de elaboración casera, al mismo nivel que el resto de la comida. 
Cafés. 
En general, muy buena cocina y buen servicio, lástima las limitaciones del local porque es un sitio muy recomendable gastronómicamente hablando. No en vano, el local estaba lleno, principalmente de la propia localidad a pesar de ser un pueblo de gran atracción turística. 
En el precio se incluye la bebida.

Recomendado por 3 usuarios
  1. #1

    Farmonton

    Lo he visitado en dos ocasiones y la verdad trabajan bien el buen producto.
    Las limitaciones dél local hacen que te encuentres (por mi parte) más a gusto
    dejando de lado a tanto restaurante turístico vulgar que hay en esta magnífica
    población.
    Salut!

  2. #2

    Pjbejar

    en respuesta a Farmonton
    Ver mensaje de Farmonton

    La verdad es que la estrechez del local no impidió disfrutar de la comida, estuvimos muy a gusto, esto del espacio vital es bastante personal y controvertido. Pero la verdad es que no fué un problema.

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