Agradable sorpresa

Cena de domingo. Paseando acabamos en este Café-Bar-Lounge-Restaurante ubicado en el paseo marítimo. Ya habíamos leído algo sobre él y habíamos tomado alguna copa, pero aún no habíamos probado su comida.

Lugar que se adapta a tí, muy positivo: cocina abierta ininterrumpida, posibilidad de comer dentro-fuera-arriba-abajo, tapas-medias raciones-carta, formal-informal, reservados, etc. Además, gran carta Gin Tonics con más de 20 ginebras y varias tónicas.

Falta por probar la comida, comimos de medias raciones (tapas grandes) y muy bien por cierto:
- Manzanilla y 2 cervezas sin alcohol.
- 2 copas de Finca Resalso
- Una botella de agua con gas
- Ensalada Nahu Beach; con rúcula, pollo y aderezada apropiadamente por varios condimentos (apetitosa y correcta).
- Huevos rotos con rodajas de tocino ibérico; patatas y yema de huevo en su punto, bien de cantidad. Voló en el plato y no porque hubiera poca.
- Pluma ibérica BBQ con berenjena triturada y trufa: Extraordinaria pluma con toque de carbón que le iba perfectamente, acompañadas por patatas paja de las de pinchar y pinchar.
- Una tarta a los tres chocolates. Para golosos pero sin pasarse, textura interesante.
- Gin Tonic de Martin Miller con Fever Tee Indian Tonic.

Lo mejor, el precio: 21.30 por persona. Si vas de carta de restaurante y no de tapas saldría más caro, pero tampoco mucho más.

Correcta cubertería y vajilla, buen pan de dos variedades (uno con semillas), bien de entorno (no en plan formal pero correctamente desenfadado). Agradable servicio. Ritmo correcto.

Carta de vinos correcta, con selecciones conocidas pero saliendo, por suerte, de los más clásicos.

Las presentaciones de los platos no son sobresalientes pero tienen detalles interesantes de hacer bien las cosas y buena materia prima.

Me quedo con las sensaciones y con el precio.
¿En temporada alta? Ni idea, pero habrá que probar.