Teníamos reservado un menú y un comedor privado, empiezan intentando ubicarnos en un sitio que no era el reservado. Después de meternos en el reservado nos empiezan a traer platos, ante el requerimiento de que nos "cantara" los platos nos contesta la encargada o dueña del local, "no lo ves croquetas", bueno pueden ser de muchas cosas no? Jamón y pollo responde con malos aires equiparables a la calidad de las croquetas, que yo diría que eran de masa con pan.
Después todo siguió en esta tónica, intentamos hablar con ellos para que dilaten el segundo ya que tenemos una actuación entre platos y cuando se levanta el organizador para hablar fuera con una de las camareras, está le ignora y se va. Esta actitud despectiva y poco profesional, provoca que nos traigan unos segundo indigeribles. El pescado pasado totalmente y unos solomillos de color totalmente negros. Como puedes traer eso a una mesa y que no se te caiga la cara de verguenza, solo hay dos explicaciones, o no tienes ni idea de hostelería o no te importa nada la calidad del local. Ante ambas explicaciones lo lógico es buscar otra alternativa por el centro de Madrid que como no hay locales, pues eso. Finalmente, nos traen la cuenta si pedirla y sin pedir los cafés, solicitamos pedir cafés y nos toman nota. Poco después aparece otra camarera y nos pide que les paguemos que tiene que hacer caja, increíble, en el local había más de 100 personas que todavía estaban comiendo y tienen que hacer caja. Vamos que encima nos trata de tontos.

Conclusión, lo dicho vete a otro sitio.