Guiados por las recomendaciones de los compañeros y puesto que estábamos por el centro, decidimos probar esta curiosa oferta gastronómica.
Carta bastante extensa que cuenta con raciones, ensaladas, conservas, montaditos... y por supuesto el sorprendente carro de quesos! También disponen de un menú muy completo por 16 euros, al menos al mediodía.
Nos decidimos por varios platos a compartir al centro:
Ración de surtido de embutidos de Pagés. Generoso plato con tres variedades a degustar: catalana trufada, butifarra y llonganissa de pagés. Todo con un corte bastante fino de forma que la textura resultaba más agradable y además potenciaba su exquisito sabor. Muy buen comienzo apuntando maneras.
Ración de boquerones aliñados Domínguez. Seis boquerones perfectamente alineados muy bien presentados y aliñados con ralladura de tomate y abundante aceite de oliva virgen. Tiernos y sabrosos, sin embargo, inevitable la comparación con el resto del festín, se quedaron en correctos.
Carpaccio de lomo de vaca Parda de León. Copiosa ración de un espectacular y jugoso carpaccio que se dejaba entrever bajo una buena capa de grandes virutas de parmesano, todo ello regado de un intenso aceite de oliva. Estupendo el lomo y sublime el parmesano. Me encantó!
Bandeja de 5 quesos para dos personas. Aquí entra el plato estrella por lo que adjunto alguna foto. Impresionados al ver a Manglano con su carro de mesa en mesa, cuando nos tocó el turno lo recibimos con expectación. Amable, cercano y sonriente nos explicó que todos los quesos estaban elaborados con leche cruda así como las tres formas de preparar la tabla:
1. Elección por nuestra parte.
2. Asesoramiento por su parte con nuestra elección final.
3. Libertad para preparar la tabla según su criterio.
Nuestra respuesta sonó al unísono ¡¡libertad total!! ya que además de nuestra intención por dejarnos llevar no cabía duda de su profesionalidad.
Retiró el carro de la zona de paso y se puso a trabajar minuciosamente en su propia creación que luego nos explicó con todo tipo de detalles y una amplia y humilde sonrisa. No recuerdo bien los nombres, pero más o menos fue así:
~ Queso Espadán de Los Corrales de Almedíjar, de cabra, ácido y con un toque picante, de textura blanda y mantecosa. Ya lo conocíamos, el queso y la Quesería, y estaba exquisito!
~ Ristretto de Torta del Casar. Presentado en taza de café con dos cucharillas, una crema con un sabor amargo tostado intenso y a hierbas. Potente y graso!
~ Queso curado de oveja, de una pedanía de Albarracín que no recuerdo. Consistente y delicioso!
~ Queso holandés lavado con aguardiente. Conforme lo comes van saliendo sabores: heno, establo, el sabor metálico del aguardiente, incluso a madera vieja húmeda. Agrio a tope y un punto amargo con textura muy cremosa. Bueno pero no el mejor.
~ Queso azul francés de vaca. Intenso sabor picante, bastante graso y de textura muy cremosa. Estupendo como colofón!
En la tabla de quesos también encontramos mermelada de tomate, manzana verde troceada a modo de palitos y un buen trozo de un crujiente y sabroso apio. Según su explicación, estos vegetales tenían como misión en la tabla limpiar la boca entre queso y queso a fin de no mezclar sabores.
Junto con la tabla nos sirvieron pan rústico rebanado muy fino y recién horneado una vez cortado, que acompañaba a la perfección con el queso.
Pan rústico en grandes rebanadas para acompañar a los platos. Crujiente corteza y esponjosa miga. Muy bueno!
Para beber tomamos cerveza de barril Dinkelacker. Fresca y ligera, nos tomamos unas cuantas para sofocar el caluroso día.
Vajilla, cristalería y demás adecuados al lugar.
Servicio muy profesional y amable, correctamente uniformados.
El local, como ya se ha mencionado, moderno e informal con mesas y sillas blancas con algún toque de color naranja.
Sin duda, un lugar que hay que visitar sabiendo a lo que vas, predispuesto y sin esperar más de lo que es. A mi personalmente me gustó muchísimo, ya que me podría alimentar toda la vida sin problemas y sin cansarme a base de productos de charcutería. Si a eso le añadimos el mimo con el que Manglano trata a sus clientes y a sus quesos, pues sin duda volveré.
Tabla de quesos
Primer plano del carro de quesos
J. M. Manglano y su carro de quesos
Pues yo no entiendo mucho de esto, pero estos días en el norte me llamó la atención que predominaban las vacas pardas, así que por algo será... Imagino que es por lo que dice Gastiola.
Yo quería hacerme una foto con una vaca blanca y negra y no pudo ser, no hay tantas, jeje!
Es verdad! Por la noche todas son pardas! Bueno, por allí lo sabréis mejor...
Gracias por sacarnos de dudas! Yo lo desconocía ;-)))
A ver si traes algo rico de aquellos lares y lo compartes con un par de sujet@s ;-)
Me voy mañana por la noche, el jueves por la mañana me presento en la quesería y haré acopio para todas las fiestas que empiezan el sábado. Una semanita sin parar. Algo haremos un día de estos.¡¡¡
Pero si hay más "pintas" que habitantes. Tenías que haber ido a la "cuadrona" de Torrelavega.Te habríamos conseguido pase Vip.. Saludos desde Comillas y con vacas a la vista.
Perdona kopicki, que al final no te he contestado!
Estuvimos un finde de turismo rural por Almedíjar hace unos años. Por supuesto comimos carne a la piedra en El Castillo y luego fuimos a Los Corrales y nos vinimos cargados de quesos. Una maravilla! Tenemos que volver.
Gracias y un saludo!
Ay Javier! Y yo buscándolas como una loca por toda Cantabria! A la próxima visita que os haga te lo recuerdo, porque la mayoría de las vacas que ví eran pardas, marrones y hasta negras. De las pintas también, pero menos.
Te mando una foto de una vaca simpática de Caviedes, camino a Casa Cofiño.
Un abrazo!!
Vaca Caviedes
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