Muy buen reflejo de lo que vivimos, es para mi, un restaurante "sin inflas", para tener en la agenda en cada nueva visita, a la encantadora ciudad, que es Oviedo.
Nos gustó, volveremos.
SERVICIO DEL VINO:
7
7.4
COMIDA:
8.5
ENTORNO:
7
CALIDAD-PRECIO:
7
Debido al buén sabor de boca que había dejado a dos de nuestros acompañantes, decidimos ir a cenar después de ver como se batían en la pista de tenis, Ferrero y Almagro.
Local perfectamente descrito por Gabriel en el anterior comentario. Por lo que me limitaré a comentar lo que cenamos 4 personas.
Compartimos : Pulpo aliñado(14,60),era salvaje de la costa asturiana, nos encantó se acompañaba de un buén aceite de oliva virgen y una especie de mix de pata laminada y puré. Tortillucas de camarones(9,50), se presenta en pequeñas totillicas, estaban crujientes y sabían a mar, la masa era fina y ligera nos encantaron.Foie gras a la brasa(15,00), buen punto, muy rico, para repetir la próxima vez. Mollejas guisada(15,00), eran de ternera, original presentación y acompañadas de unas patatas ligas con mantequilla,¿Salsa maitre?.sorprendentes y muy ricas.
De postre : Postre Artesano(5,00), Brownie(4,80), Yogourt Fruta(4,50), Crema asturiana(5,00), a todos nos gustaron por su originalidad, presentación y sabor.
Acompañamos la cena con 2 botellas de Ercavio(15,00 Bot.). Nos acompañó perfectamente la cena, dado su fruta, elegancia, carnosidad y largo paso y permanencia en boca. La cristalería es buena, sienten el mundo del vino,se nota en la decoración y el cariño con que exponen los vinos, tienen D.O. originales. Cerramos la cena con 2 gin tonic de Union Park(6,80).
El servicio es amable, profesional, con ganas de atender al cliente. Ponen tanto esmero que pensábamos que la persona que nos atendía era uno de los dueños. Pues no, era un empleado.
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