Chapeau. No se puede decir más de Dani García y su equipo. El local: bello, agradable, en su punto, y lo más importante sus ritmos, pasé dos horas en el restaurante y todo fué a la perfeción. buen sumiller, discreto y acertado. Bebí un Marboré 2000, un vino para no equivocarse y comí a la carta, volveré.
El mejor restaurante del sur de España con diferencia. Local agradable, servicio diligente y amable. Buena carta de vinos, con la magnifica asesoría de D. Miguel Conde. Cristalería acorde con el sitio. Tomamos el menu desgustación a 64 euros (una representación de las técnicas y elaboraciones andaluzas clásicas interpretadas en clave de alta cocina). Exquisito el gazpacho de cerezas con nieve de queso rondeño o el foie con lima. Vinos: Dehesa del Carrizal Chardonnay FeB 2000, Jaros 2001 y Mistela Coto de Hayas confirmando el porcentaje aplicado en precios que comentaba otro forero. Verdaderamente merece una visita.
Excelente restaurante, cocina excepcional al servicio del gusto, platos de cocina tradiconal andaluza, (ajoblanco, sardinas, choto), junto a otros donde se arriesga con combinaciones gratamente sorprendente (foie con turron y lima) y otros donde se busca nuevos caminos (nitrógeno liquido). Tuvimos la suerte de probar practicamente todos los platos de una sentada y la sensacion global es fantastica, Dani Garcia tiene la cabeza muy sobre los hombros y es cosciente de lo que quiere trasmitir, Nada de saltos mortales, combinaciones imposibles ni texturas desubicadas.
Yo diria que hay dos lineas, una mas facil y agradable gustativamente hablando y otra mas arriesgada y dificil, yo me quedo con la primera por una cuestion de gusto persnal, aunque me quito el sombrero ante los platos mas valientes.
Desde luego merece la excursion y la visita, Tragabuches apuesta claramente por la alta gastronomia, el precio, a dia de hoy, es algo superior al que indica Andreu 64.5/degustacion. 80-90 €/perso
Excelente restaurante con decoración moderna y agradable. Cálido, confortable, luminoso y colorista comedor interior. Mesas grandes y sillas cómodas. La comida es excepcional. Basada en recetas de platos típicos andaluces, puestas al día con imaginación, excelente técnica y mucha humildad, sin aspavientos ni ni moderneces trasnochadas. TODOS los platos explotan en el paladar y producen exclamación. Extraordinario menú de postres. En la carta de vinos hay 250 referencias, todas nacionales y bien seleccionadas. Buen precio para un restaurante de ese nivel (tienda x2). La pega es que en la carta no figura la añada. Las copas, el servicio y el sumiller perfectos. Variedad de vinos de postre por copas. Imprescindible lugar (figura desde ya en mi “top ten” nacional) donde es inevitable “tirar arriba” con el vino para buscar equilibrio y evitar que la comida le supere. 50€ sin vino.
En medio de una excursión por los pueblos blancos, que mejor que detenerse a disfrutar de un magnífico restaurante. Cocina creativa andaluza, se autodefine Tragabuches, y no es mala definición. Técnica depurada, juego con texturas y temperaturas, pero sin perder de vista los platos autóctonos.
Un largo menú degustación, donde brillan tres de las a mi juicio cuatro grandes sopas andaluzas, gazpacho, ajoblanco y el menos conocido gazpachuelo (sopa de base de pescado (sin marisco) donde se deslee mayonesa).
Buena carta de vinos, copas Riedel y Schott-Zwiesel, un sumiller que conoce su carta y te orienta. Yo descubrí la bodega Friedrich Schatz, de la serranía de Ronda, disfrutando de un Lamberger de 2000.
En fin, un restaurante al que hay que volver.