Brilla con luz propia

Es el restaurante cántabro con mas valoraciones en el foro y acertadísimo estrellado Michelín desde hace años.Como nota menos positiva diré que carece del encanto y el romanticismo en cuanto a arquitectura y decoración que rezuma su hermano "El Nuevo Molino" ambos bajo la misma dirección pero es lugar de referencia sin duda en la gastronomía santanderina por méritos propios.

Sobrio,elegante y cosmopolita en su decoración,no me pareció que la separación entre mesas fuera escasa sino al contrario,notable.Visita en fiesta de Reyes,con el local lleno y sin sensación de agobio alguno.Todo está estudiado al detalle,tanto en la comida como en el servicio(siempre sirven las mesas al menos 2 camareros,no llevando ninguno más de un plato en la mano).Desde el primero hasta el ultimo momento nos ofrecieron un esplendido servicio profesional y un inmejorable trato.

La carta de platos es corta(no mas de 10 entrantes,5 pescados y 5 carnes + postres)pero muy bien estudiada con algunos platos fuera de carta(avestruz,wagyu,pescado del día,etc)lo que unido a la afluencia de público permite una rotación de los alimentos que garantiza su calidad y frescura.

Menú degustación compuesto de 5 platos mas 2 postres,todos de un nivel sobresaliente destacando a mi gusto el Parmentier de setas con queso trufado y la merluza emparrillada con vieiras y setas en salsa de trufa así como el helado de after eight, a un precio mas que ajustado para su calidad.Todo esto +aperitivo bienvenida+carro de panes+degust de aceites,56€+IVA.Coincido con anteriores comentarios en una falta de profundidad de la carta de vinos para un sitio de su categoría aunque me di también por satisfecho.

De beber,aperitivo de la casa(acertadísimo)de vinos del Maestro Sierra,Donnhoff riesling 07,Piedra Negra 99(malbec argentino de J&F Lurton,muy pero que muy bueno)Christoffel Erben auslese GK 2003(gran recomendación de María,la sumiller)a precios correctos.

Mas de 3 horas de comida que se hicieron cortas.
Gracias a todo el equipo.Volveré

Recomendado por 2 usuarios
  1. #1

    kalza

    Aunque me ofrecieron la oficina y me pusieron un mantel sobre 2 sillas para cambiar al bebé(no por otro ni por dinero evidentemente sino de pañal)y el trato fué exquisito,creo que un establecimiento de este nivel tiene que contar con un cambiador a tal efecto,al menos en 1 lavabo,mas aún cuando los cambiadores de bebés se cuelgan de la pared y no ocupan espacio propiamente dicho.

  2. #2

    EuSaenz

    A mí es el restaurante que más me gusta de Cantabria, solamente he ido dos veces, pero las dos fueron extraordinarias, tanto por la cocina de Fernando como por el servicio y la puesta en escena.

    Si tuviera una carta de vinos como la de Andrés sería el restaurante perfecto.

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