El domingo 08 de agosto teníamos una mesa reservada y confirmada para 3 personas en el restaurante Café de Altamira, un Bib Gourmand, situado frente al mercado de abastos de Santiago de Compostela. Quiso el azar que paseando por la zona el día precedente se me ocurriese entrar al restaurante para solicitar un pequeño cambio en mi reserva y mi sorpresa fue de órdago al aprender que el restaurante estaba cerrado el domingo. El responsable del restaurante me presentó todas sus excusas y me recomendó otro local del grupo cercano al reservado que si abría los domingos, acompañándonos a visitarlo in situ.

Hecho este preámbulo paso a detallar nuestra experiencia en O Curro da Parra, restaurante de bolsillo, situado en la primera planta de un pequeño local, con solo 3 o 4 mesas y una terraza exterior en una callejuela sin salida en el mismo barrio del mercado de abastos. Según nos contó el responsable del grupo por este restaurante han pasado muy buenos cocineros .

Nos situaron en una mesa rectangular al final del impasse. Buenas sillas. Mesas bien separadas las unas de las otras, desnudas, con sets de mesa de cartón individuales, cubiertos y vajilla contemporáneos. El servicio de sala fue amable y agradable. El servicio del vino, dejó un poco que desear, pocos conocimientos de la veintena de vinos blancos que tienen en su carta sobre un total de 80 referencias. Buenas copas Riedel. El servicio consistió en descorche y primera cata.

La cocina es de mercado, y de temporada. Proponen 2 menús y la carta. Nos aconsejaron el menú Declic.

Optamos pues por tomar este ultimo a 39 € por persona, con algún pequeño cambio sobre lo anunciado sobre el papel, por suministros del día.

Paso a detallar el menú :

Para compartir :

Navajas. Buen producto y bien cocinado

Croquetas cremosas de jamón Ibérico : 2 por persona. Correctas

Bonito de Burela. Bueno

Platos individuales

Pescado del día con gambas (2) : Soy incapaz, un mes después, sin haberlo anotado, de recordar de que pescado se trataba, solo puedo decir que estaba bien cocinado y que estaba bueno

Solomillo de vaca  gallega, jugo de carne y verduras de temporada. Buena

Torrija de pan negro infusionada en cítricos y helado de sésamo. Buena

El pan que comimos, de masa madre, fue bueno.

(La foto del vino por imperativos técnicos de Verema aparecerá en el 1er comentario)

Para beber tomamos una botella de agua mineral Magna de 1l y una botella de vino blanco Conas brancas 2019 DO RIbeira Sacra. Bodegas Fedellos do Couto (Ourense). Cepajes : Dona Branca, Godello (85%) Albariño, Treixadura, Lado, Torrontes de viñedos de mas de 60 años. "Vinificación encubado al 80% sin despalillar, 20% prensado y fermentado en barricas con levaduras autóctonas a 18°C, maceración de 35 días". Crianza 6 meses en barricas usadas de roble francés. Vino elegante, con muy buena acidez, con mucho cuerpo, fresco, muy intenso. Un vino que nos gustó.

No tomamos cafés.

La cuenta ascendió a 48,40 €. Buena RCP. Buena cocina gallega de mercado a base de productos frescos de temporada. Fue un buen plan B.

Aconsejadas por de Abastos 2.0, conocimos este pequeño, elegante y tranquilo restaurante, situado en la planta superior de un local en una callecita escondida, con mucho encanto, del casco viejo de Santiago, cerca del mercado de abastos. Cocina de mercado, muy bien presentada y con un trato y un servicio excelente por parte del propietario.
Comimos:
NAVAJAS, buena calidad.
CARPACCIO DE ZAMBURIÑA CÍTRICA Y MOSTAZA DIJON, excelente combinación.
CARRILLERAS DE CERDO CELTA, ESPINACAS Y PURÉ DE MANZANA VERDE, muy buena cocción y sabor.
SOLOMILLO DE VACA DE TERRA DE LEMOS CON EMULSIÓN DE PIQUILLO, carne de gran calidad, en su punto y bien presentada, una de las mejores de comimos en Galicia.
De postre, FILLOAS, buenísimas.

En la planta inferior, un local estrecho y muy acogedor, con mesas altas, muy recomendable para tomar unos vinos y unas tapas.

Sitio algo bullicioso pero agradable donde el personal, muy atento, sabe lo que hace. Destaca un buen conocimiento del vino con bastantes y especiales referencias, a precios bastante buenos. La comida es muy interesante, combinando los productos frescos y de la zona con mucha elaboración. Probamos la "historia de una gallina" y el carpaccio de zamburiña cítrica y mostaza de dijon, ambas perfectas, y de principal nos animamos al bacalao al horno en su punto de sal con coliflor y zanahoria en tempura. De postre el chessecake (presentado en una copa y muy sabroso). El vino muy bien servido y en copas riedel. Lo único malo, que está muy lejos de casa (a más de mil kilómetros).

Pequeño restaurante en la zona vieja de Compostela al que he ido en numerosas ocasiones a tomar la propuesta de menú del día (primer plato, plato principal y postre por 11). Se trata de un menú de mercado con ingredientes fresquísimos y mimados con toque de cocina de autor y una excelente relación calidad-precio.

Trato muy agradable