Uno de los grandes

La comunidad valenciana es una las regiones en las que resulta más difícil encontrar restaurantes de calidad a precio razonable.

Llevo algo más de treinta años realizando recorridos cultural y gastronómicos varias veces al año principalmente por España, afición que heredé de mi padre.

No estoy de vuelta de todo, es más, cada vez me siento más humilde y me merece más respeto una labor tan dificultosa como es deleitar a los clientes que intentan apreciar el trabajo en la cocina con materias tan efímeras y complejas en su adquisición y manufactura.

Cuando los adjetivos calificativos se reparten gratuitamente, en este escrito soy comedido.

El restaurante Pou de Beca es uno de los GRANDES en el segmento de cocina tradicional. Modesto, honrado y sincero.

El año 2013 lo he visitado en algunas ocasiones y varios intentos fallidos por que llena. No me extraña; la separación de la mesa es perfecta, algo llamativo porque puede duplicar su aforo sin más problema.

No me voy a extender analizando sus preparados, solo comentar que me invade una enorme satisfacción, rozando la inmoralidad. El arroz meloso con galeras es algo EXTRAORDINARIO, su punto, sabor, textura, tal vez sea el mejor arroz que he saboreado. El pulpo, con ese punto de brasa crujiente, la carrillada............. Incluso un plato de triste embutido de longaniza y morcilla, de transforma en algo absolutamente delicioso.

Por decir algo mejorable, tal vez sea la guarnición de alcachofa que me resulta insulsa.

Agradezco profundamente que le dediquen atención a las cervezas artesanales y vinos locales.

Todo esto servido con atención, cariño y profesionalidad.

Me quito el sombrero.

Recomendado por 1 usuario
  1. #1

    Eldelmas

    Querido Eusebio: tu comentario me parece excesivo,esas calificaciones con las que puntúas al restaurante no creo que sean reales, un 10 en comida y un 8.5 en servicio de vino es crear unas expectativas difíciles de satisfacer, la perfección no existe y menos aún cuando entran en juego subjetividades como el dia que tengamos (tanto clientes como restauradores)gustos personales (sabores, cocciones y texturas) y como no, la comunicación no verbal y las inteligencias emocionales, como dice la canción : "depende"...Otra cosa es la relación calidad/precio, en eso estoy totalmente de acuerdo, esa humildad de la que hablas hace que a veces el tiempo, la mano de obra y el esfuerzo tanto por elaborar como por abastecerse no se tenga demasiado en cuenta pero esto es una carrera de fondo, ya veremos que pasa dentro de 5 años...En cuánto a lo de GRANDES estoy en parte de acuerdo ya que es una especie de justicia poética, creo que hay gente que sigue haciendo las cosas con amor al producto, al entorno y al oficio y la familia que nos ocupa tiene en su ADN incrustado el sacrificio y la responsabilidad para con su casa y su historia, las raices son fuertes y profundas.
    Qué más decir? pues si otra cosa, estaría bien cuando alguien hace un comentario alrededor de una comida o un plato que por un momento se pusiera en la piel de la persona que lo ha elaborado o servido (aquí creo que empiezo a delatarme) una buena crítica puede ayudar pero una mala (entiéndase mala como mala leche o "mala picotà"como decimos por aquí) puede hundir a alguien que simplemente ha tenido un mal dia, quizá un trabajador no llegó a la hora, quizá unos pescados no llegaron perfectos y no había un plan B, quizá se había estropeado el horno... quien sabe...no sé yo si al funcionario de turno, a la maestra del niño o al portero de nuestro equipo le exigimos lo que al que nos da de comer, puede que a una hora prudente o puede que no, puede que con educación o puede que no, puede que con actitud receptiva o puede que no...es verdad que ahora con la moda todos somos "superchef" y hay mucho farsante al que no le va mal una sacudida pero por favor atinen, afinen la punteria y si es posible practiquen un poco, de vez en cuando el mimetismo y aquello de cambiarse de piel para ponerse en el papel del otro, tambien en esto de la cocina y la hosteleria en general nos iria bien.
    Gracias de nuevo Eusebio y la próxima vez que te vea me va a tocar subir la ración de soborno...por cierto, (me delato del todo y admito que de vez en cuando intento conseguir el feed-back de los clientes de modo poco ortodoxo, mediante el espionaje...) me llamo Nicolás Barrera y soy el propietario junto a mi mujer Sònia del restaurante en cuestión: Pou de Beca. Gràcias a todos por tenernos en cuenta, por tomarse las molestias de reportarlo y cómo no: por dejarnos seguir haciendo lo que amamos, feliz año y plena vida!!

  2. #2

    Eldelmas

    en respuesta a Eldelmas
    Ver mensaje de Eldelmas

    perdón, una aclaración, cuando hablaba del mimetismo intentaba hablar de la empatía...

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