Local que ya conocí hace años (cuando no existía Verema), de visita por la bonita ciudad y bonito parador, y que ahora tras ser nominado bib gourmand, era momento de hacer una pausa en el camino hacia Jerez.

El local se mantiene muy agradable y familiar en su entorno de origen andaluz y almazara antigua de aceite con decoración de estilo mudéjar.
En carta hay medias raciones muy aconsejables para compartir de entrantes para los tres viajeros.

Carta de vinos suficiente con muchos clásicos y buscando un local encontramos a Taberner 2011 (Taberner Carsí de origen valenciano) que era capaz de aguantarnos a los tres con una sola botella y más con media ración para el conductor. A 26.50 en carta (precio internet 17-19€).

Para comer entramos, por cortesía de la casa, con una ensaladila de patata, tomate, cebolla y pimentón, para dar tiempo en cocina. Un panecillo de pan blanco recien hecho para acompañar.
Seguimos compartiendo:
. media ración de tartar de atún: cortes gruesos y necesitado de un poco más de rock and roll.
. media ración (una de cada por persona) de croquetas de rabo (cola llaman aquí) de buey y otra de espinacas y piñones. Con diferencia la mejor la de piñones con un rebozado finísimo casi una tela transparente que permite ver y contar los numerosos piñones.
. media ración de coca de pulpo: una fina lámina de pasta con una ligera capa de muselina de patata y láminas de pulpo cortado. Muy recomendable.

Principal (uno para cada uno):
. chuletas de cabritillo doradas en aceite, ajitos y perejil: excelentes, en su punto de fuego, tiernas y jugosas
. bacalao de lomo alto confitado y gratinado con ali oli sobre salsa cremosa de piquillos, especialidad de la casa) bueno por referencias
. lomo alto de buey servido en piedra caliente: amplia ración, buen punto de la carne, buena compañía (piquillos confitados y patatas).

Postre: no pedimos nada oficial (perfecto de turrón, torrija, crema catalana de avellana, tiramisú, tarta de chocolate...) por aquello de los km que faltaban (para el conductor) pero le sugerimos la posibilidad de un acompañante que habíamos visto en algún plato: helado de aguacate. Tras superar el descentrado de la petición extraña. nos sirvieron un par de bolas del helado que no cobraron y que no acabamos de encontrarle el punto; quizás por eso, van en compañía y no como opción de postre.

Agua y cafés incluso para los que hicieron siesta.
Muy recomendable si vas por la A-IV porque además está muy cerca de la autovía. Sería deseable un paseo por la población, y lo merecería, pero hay que llegar a Jerez antes de las 17 horas, que el Encuentro Verema nos espera.

He estado viajando con mi esposa por la provincia de Huelva y la vega sevillana y entre los bastantes restaurantes visitados solo 4 me han parecido interesantes.
Este restaurante, catalogado Bib Gourmand por la Guia Michelin está situado extra-muros de la ciudad de Carmona y es un valor seguro de la restauración en una ciudad en la que los buenos restaurantes se pueden contar con menos de los dedos de una mano.
El resturante ubicado en una antigua almazara de aceite es acogedor y está decorado con buen gusto. El servicio es correcto. La carta sin ser muy amplia es atractiva y los platos son muy copiosos.
Para empezar compartimos una parillada de verduras, variada y de excelente calidad. De segundo, los dos tomamos, el que, según el camarero que nos atendió, es el plato buque insignia del resturante, un bacalao confit a la espuma de ajos gratinada y salsa de pimientos del piquillo; que estaba exquisito !!
Regamos la cena con una botella de Aura de Bodegas Domecq(90%verdejo,10%sauvignon blanco) que no estaba mal. Finalizamos con 2 cafés y 2 chupitos de limoncello ofrecidos por el restaurante.
La Almazara tiene también muy buena reputación entre los habitantes de Carmona por la calidad de sus carnes.
Restaurante recomendable con una excelente relacion calidad-precio.

Buscábamos algún lugar interesante para comer por Sevilla, entonces encontramos este restaurante catalogado como Big Gourmand y decidimos acercarnos a Carmona y probar.
Nos gusto.
Agradable trato y decoración. Sugerente carta tanto de platos como de vinos.
Comimos dos adultos y dos niños (menús infantiles "con fundamento"), total 103€:
-Canelón de morcilla, para compartir; perfecto, caliente, suave, delicioso.
-Gambas chip, para compartir; curiosa y acertada combinación, nos gustó y sorprendió.
-Lomo de Buey; a sugerencia del responsable mejor para compartir, y acertó (siempre se agradece ese interés por cuidar al cliente y no sangrarle todo lo que se deje).
-Torrija; espectacular.
-Chocolates; Muy bueno.
-Emilio Moro y unas buenas cervezas de aperitivo.

Sólo dos detalles a mejorar:
-El servicio del vino fue correctísimo en cuanto a temperatura pero les falta un punto de pulcritud en la cristalería.
-El aseo desentona con el resto de las instalaciones, sería deseable que el inodoro estuviera aislado del lavabo.
Ello no enturbia para que sea MUY RECOMENDABLE.

En definitiva, una agradable sorpresa que me propuse compartir con los amigos de Verema en cuanto tuviese ocasión.