Notable

Zona de Puertochico, sábado a mediodía, más de 20° de temperatura a pesar de ser noviembre, las terrazas prácticamente al 100% de ocupación, cuatro comensales tras una perfecto recepción, ocupamos en el comedor, digamos principal, una mesa amplia y bien vestida, con una ocupación del 100 por 100 de lo que en mi modesta opinión se puede calificar como “nueva gente bien” de Santander, que no “gente bien clásica” de Santander, de esos que parece que cuando te miran quieren decirte: “ no sabe usted a quien está viendo”.
Compartimos:
Aperitivo de la casa consistente en tomate en grandes rodajas aliñado con aceite, que yo se encontraba en el plato al sentarnos.
Nos decidimos por:
Tartar de atún rojo, alcachofa rellena de centollo y dos calamares de guadañeta encebollados (Se pescan de uno a uno en la bahía, con dos anzuelos, uno en cada mano, y cada vez que notan el tirón, tracionan y lo suben, de uno en uno).
De platos: una dorada de dos kilos aproximadamente a la sal, para los cuatro.
Postres todos caseros: tocino de cielo, leche frita, arroz con leche y tarta de queso
De beber: Fransola 2007 y Belondrade-L urton 2009.
Cafés y unos GT en una terraza adjunto en un piso superior.
Recepción excelente al igual que la despedida, camareros amables, buen ritmo de platos.

Precio por persona 60 euros.
Hasta estos momentos, entre lo referido, como suena lo comido y bebido, entorno, servicio y amabilidad y hasta el precio, seguro que a muchos les parece como para un casi 10, y así creo que les parece a la gran mayoría de los que visitan el local.
Admito que quizás es lo mas sensato, pero uno que a veces tiene la sensación de ser demasiado quisquilloso y no conformarse con lo “normal”, ese diez le ha parecido una vez mas, para “regularizar”.
El aperitivo ya en el plato ¿? estaba bueno el tomate.
El Tartar daba la impresión de llevar un tiempo elaborado, por lo tanto la carne ve perdido esa supuesta frescura que se esperan en un Tartar. Buena ración y bien presentado.

Las alcachofas rellenas de centollo, se trataba de una alcachofa rebozada con una salsa que recubría a la misma, donde al menos yo fui incapaz de reconocer si no hubiesen comentado previamente que se trataba de centollo. El conjunto estaba logrado.

Maganos encebollados, con un adecuado punto dureza de la carne, grandes, quizás demasiados grandes, pero a mi gusto demasiado oscura la salsa al haberse mezclado con tinta la cebolla. Que privilegia comer maganos o calamares de guadañeta.

La dorada la sal a juicio de los cuatro comensales lo cual coincidimos, pasado de punto, acompañada de aceite y mayonesa. Que buena pinta tenía cuando nos la presentaron antes de servirla.
Los postres: caseros solo.
En cuanto al vino, copas sencillamente discretas, con la primera botella ni siquiera se dio a probar sino que sirvió directamente en las copas y el resto del servicio se limitó a algún ocasional relleno de las mismas. Dado que el local es un referente en productos del mar, hojeando la carta de vinos eche en falta algún detalle europeo de algún blanco. Cada botella que tomamos a 24 euros: Buen precio de los vinos tomados.

Ya veis, de un casi 10 le bajare a un 7, pero seguro que muchos de los visitantes ese día y otros, salieron la sensación de mas puntuación que la mía y la opinión general es la que cuenta.

  1. #1

    kalza

    Gracias por tu comentario Gabriel...la opinión que cuenta es la tuya,que es la de quien la comparte con nosotros...Además de fundamentada,bien expuesta,y perfectamente razonada,comparto tu sentir.La Bombi no falla...que,a día de hoy no es poco,aunque tampoco sorprende o emociona a nosotros los "nativos" de morro fino.Buen producto,bien tratado y precio razonable,son argumentos suficientes para visitarlo...y los maganos de guadañeta...un manjar de dioses.
    Saludos.
    Javier

  2. #2

    Moongoose

    Demasiado benevolo has sido con ese 7, en virtud de lo que nos expones. Ya sabeis mi opinion de este local, que ademas ha remodelado recientemente la imagen grafica.

  3. #3

    jacomur

    Has sido benévolo. Leida la crítica,en vino yo le podría un 5 raspado y en comida un poco más, pero nunca un siete. Saludos desde el Besaya.

  4. #4

    Moongoose

    en respuesta a jacomur
    Ver mensaje de jacomur

    Nos hemos vuelto más exigentes desde que esta nominado a forero 2011 jejejeje

  5. #5

    EuSaenz

    Los calamares de guadañeta son una delicia mundial, inolvidables los que servía José Mayo en el Hotel hoyuela hace ya años, alguna vez lo he comido en La Cigaleña con un buen Champagne, jeje. Con respecto al precio de los vinos curioso que os cobraran cada uno a 24 euros, en tienda Fransola está por los 15 y Belondrade por los 20…

    Saludos,
    Eugenio.

  6. #6

    Moongoose

    en respuesta a EuSaenz
    Ver mensaje de EuSaenz

    Ya te mandaré alguno, que tengo suministros. El otro dia me dieron 2, pero algo grandecitos ya, y tengo en la nevera una racion para esta noche con arroz.

  7. #7

    Francescf

    Ventajas de no ser de Santander: como no conocemos a nadie, ni nos dimos cuenta de que la gente quería que les mirásemos :-D

    Coña aparte, todavía me acuerdo del par de salmonetes que comí ;-P

Cookies en verema.com

Utilizamos cookies propias y de terceros con finalidades analíticas y para mostrarte publicidad relacionada con tus preferencias a partir de tus hábitos de navegación y tu perfil. Puedes configurar o rechazar las cookies haciendo click en “Configuración de cookies”. También puedes aceptar todas las cookies pulsando el botón “Aceptar”. Para más información puedes visitar nuestra Ver política de cookies.

Aceptar