Como el local está perfectamente descrito en los comentarios anteriores, pasaré directamente a relacionar los platos que pedimos.
De aperitivo nos trajeron chips de yuca con espuma de salsa Espinaler
Los primeros compartimos las sardinas ibéricas con albahaca y parmesano, tan buenas como escasas, por el precio podrían poner una ración más generosa y pulpo con parmentier de patata y sobrasada, misma consideración que la anterior, ración generosamente escasa.
Seguimos con arroz meloso de sepietas y cansalada del coll (tocino del cuello) cocinado a baja temperatura y con la costra muy crujiente bueno y gustoso el arroz y excelente la cansalada.
De postre un conguito, versión maxi de las bolitas de chocolate de nuestra infancia.
Dos cafés.
Para beber un cava de elaboración especial para Massana i Ràfols.
Servicio joven, atento y agradable.
Reafirmo el comentario de Joan Thomas, mala relación calidad precio, que yo redefiniría como mala relación cantidad precio puesto que la calidad no es discutible

Hacia bastante tiempo que deseaba conocer el "bistro" de Pere Massana, pues conociendo su cocina de la que soy un ferviente admirador, esperaba deleitarme como lo hago cuando visito el restaurante Massana.

Fuimos a cenar un viernes a las 20h45, tras haber reservado.
El restaurante situado en pleno centro histórico de Girona, recuerda a una taberna japonesa. La sala es alargada y nada mas entrar tienes una visión general del restaurante. Traspasado el umbral de la puerta, a tu derecha se encuentra la barra, de una longitud casi similar a la del restaurante y a tu izquierda una decena de mesas aproximadamente. Al fondo, a la vista está la cocina principal donde preparan platos calientes y detrás de la barra la cocina donde preparan platos fríos. Las mesas son pequeñas, vestidas tipo taberna, con salvamanteles de papel y servilletas de tela, bastante cerca las unas de las otras, por lo que es fácil oír las conversaciones de los comensales vecinos. El servicio de sala, muy joven, es amable, agradable y profesional, aunque se sienten ciertas carencias de profesionalismo en algunos camareros. El servicio del vino es correcto. El restaurante se llenó progresivamente(todo estaba reservado).

Como teníamos ganas de conocer su cocina, nos decantamos por tomar el menú degustación.

Para empezar nos trajeron unCrujiente de Yuca con salsa Espinaler Agradable

Siguieron :

Sashimi de jurel, gel de coco y lechuga de mar Correcto, sin mas, la lechuga de mar estaba sequisima, es la primera vez que la como asi y no me gustó. MC tampoco lo apreció.
Nuestra ensalada capresse buena ensalada de mozzarella con unos tomates cherry glaseados. Simpática presentación y agradable al paladar.
Foie-gras a la sal, cookies y helado de platano Excelente, fue tal vez lo mejor de la cena.
Langostinos en tempura y mayonesa de curry Muy buenos, tempura muy fina. Hubiera comido algunos mas. Solo había 2/persona
Huevo poché, parmentier de patata y jamón ibérico Correcto
Tataki de atún , agridulce de fresitas y yakitori de coco Bueno.
Hamburguesa de Wagyu con blini y queso comté Yo la hubiera llamado mini-mini hamburguesa. Buen producto pero a dosis homeopaticas.

Como postres tomamos :

Nuestro "xuixo" de ganduja Bueno. Nos sirvieron un trozo de xuixo, es decir en lugar de elaborar un mini-xuixo, nos dieron el equivalente a una ración de la carta cortado en dos trozos, uno para cada uno.No me pareció profesional para un menú de estas características.
Queso fresco, galleta, gelée de cerezas y helado de bergamotaAgradable.

El pan que nos sirvieron estaba bueno. Acompañamos la cena con un buen vino blancoFinca La Garriga, Castillo de Perelada 2013 DO Empordà cepajes Chardonnay (60%) y Carinyena blanca (40%). Lo encontré muy agradable, equilibrado, largo en boca, y con mucha personalidad. También tomamos una botella pequeña de agua.

Finalizamos con 2 buenos cafés, sin mignardisas.

La cuenta ascendió a 71 €/persona. Mala RCP. Me pareció muy caro. Excelente producto, pero con una cocina muy poca elaborada y a dosis homeopaticas (mini-mini platos) para un menu a 53,75 €/persona. Me gustó, sin mas, pero en ningún caso me entusiasmó. Creo que no volveremos... A ese precio en Girona y alrededores se come mucho mejor.

Al NU le debía una visita. Pero un día por una cosa y otro día por la otra, el tiempo ha ido pasando hasta que el pasado viernes los astros se conjuntaron para hacerlo posible, (palabra que la Pajín no ha tenido nada que ver en esto).

Precisamente el anterior comentario es de un compañero de La Peña Los Restauranteros, el amigo Fernando, “Tabanquero”. Por lo que tras su comentario poco más puedo aportar aunque si ratificar lo comentado en cuanto a la descripción del local, y muy especialmente en lo que hace referencia a la juventud, profesionalidad y cercanía del servicio, se nota la sombra alargada de Pere Massana detrás de todo ello.

En nuestra escapada a Girona visitamos un par de veces este local al que ya le tenía "echado el ojo" y además quedaba bastante cerca del hotel donde nos alojábamos. La sensación al entrar es agradable, la decoración moderna con cierto aire minimalista, que resulta relajante en su sencillez.
Me centraré en nuestra primera visita al local, que fue una comida digamos completa, aunque también lo visitamos posteriormente en una cena más ligera en la que nos gustaron mucho tanto la ensalada de burrata amb tomàquet como el ceviche de dorada con lima y frambuesas.
Este primer día llegábamos de un largo viaje, sin más opción que presentarnos a comer a las 15.40 h., cosa que no nos gusta por respeto al tiempo de descanso de su personal, y así se lo hicimos saber a la primera persona que nos atendió. Con su mejor y sincera sonrisa nos dijo que estábamos en nuestra casa y que no nos preocupáramos por eso. A continuación leímos en la carta que su cocina cerraba a las 15.45 h. Doble agradecimiento.
Después de leer una carta de cocina mediterránea con varios guiños asiáticos degustamos unos chips de yuca con una salsa spinale riquísima, cortesía de la casa.
Elegimos como entrantes:
- Salmón semicurado en sashimi con mostaza, yogur y eneldo. Riquísimo. El listón ya comenzaba alto.
- Bombón nacarado de tomate, albahaca y aceite. Solo una ligera presión y explota en boca su relleno líquido y suave de sabor. Curioso el nacarado exterior, que virguerías se hacen hoy en día...
Como platos principales:
- Rissoto de arroz negro con calamares y verduritas. Exquisito de punto, con su tinta bien ligada y los calamarcitos dando ese recuerdo a mar que redondea el plato. A mi mujer "le puede" el arroz negro, no se resiste a pedirlo y de hecho en nuestra segunda visita lo pidió de nuevo.
- Morro de bacalao sobre escalivada y emulsión de romesco. Delicioso. Cada cosa por separado denotando buen punto y suavidad de sabor, y juntas resultaban un bocado excelso. Cómo bordan este tipo de platos en Catalunya...
Como postres, ravioli de mango con fruta de la pasión y timbal de crema catalana con sopa de piña, ambos buenos.
Tienen una carta de vinos muy corta pero interesante. Elegimos un L'Equilibrista 2011 (19.75 €) que redondeó una comida de alta calidad. Debo decir que, en mi opinión, sería deseable que ajustaran bastante más los precios de los vinos por copas, que pasan todos de 4 € y, en algun caso, como la copa de Rosat de Nit de Raventós i Blanc que pedí en nuestra 2ª visita, llegan a ser desorbitados (5.75 €). Por este motivo ajusto la nota de servicio de vino.
Todo lo citado con dos buenos cafés, pan artesano también de calidad y una botella de agua mineral completan el total de factura (91.25 €).
Tienen todo para triunfar, un local agradable, una cocina que me pareció asentada y con personalidad, y un personal de sala que merece capítulo aparte, muy joven y profesional, encantador y que te agrada desde el primer momento hasta llegar a sentirte como en casa.
Lástima que os tenemos a 700 kms....

Pere Massana y su escuela tienen muchas virtudes: magnífico producto, buena ejecución, gran profesionalidad; pero también un gran defecto: 'fabeja' un poco. Esto quiere decir que les sobran entre 2 y 4 euros por plato. Pere Massana es un trabajador nato y un gran maestro pero ya en su restaurante de Bonastruc transmite esta sensación de avidez. No querría condicionar a nadie pero esta es la sensación que siempre me ha transmitido.
El Nu tiene un servicio joven (muy joven), simpático y aplicado. El diseño de los espacios (experimentando con la concepción japonesa) es notable. Como se dice en otro comentario, es ruidoso. El techo muy alto, lo que condiciona la acústica y obliga a gritar un poco.
He comido:
1.Pasta fresca. con parmesano y huevo. Sabroso.
2.Tartar de filete. Bién ejecutado y ración correcta.
3.Piña colada. Postre
4.Cortado.
Tienen vino a copas. A cada copa le sobran 50 céntimos mínimo. El servicio de vino a copas no está pensado para sacar más rendimiento económico a la botella. En principio sirve para dar placer a un comensal individual (la barra tendría que potenciar eso) o para dar la opción a quienes no son capaces de enfrentarse a una botella.
Han gastado mucho dinero en diseño y supongo que se suma en la factura.
Yo lo veo así pero he de reconocer que he disfrutado con la comida. Vale la pena probarlo.

Restaurante en pleno casco antiguo de Girona. Local moderno y luminoso con una barra a mano derecha para comer observando el funcionamiento del servicio y un fila de mesas a mano izquierda.
Una carta amplia con prorciones de tapas, raciones y creo recordar un menú degustación. Nos decantamos, mi mujer y yo, por unas tapas y unas raciones.
Unos esféricos de tomate, un tartar de salmón, un canelon de asado con parmasano y trufa, un pulpo, unas sardinas marinadas. . . y de postre un Xuxu de Girona.
Para beber una cerveza, agua y GT para acabar. (no tomamos vino)
Muchas felicidades a Pere Massana y a su equipo por esta apuesta de nivel medio / alto en el corazón de Girona.
La única critica que les puedo hacer es que las mesas son excesivamente juntas unas de las otras y se pierde todo el clima de intimidad e incluso molesto por tener que hablar tan bajo.

Lo visitamos este fin de semana, y la verdad cumplió con las espectativas.
Tambien realizamos el menú degustación, creo que no la acertamos.
Es mejor y aconsejo, que siendo los platos medias raciones , es bueno escoger 3-4 por persona y te realizas tu el menú.
Muy buena decoración, copas correctisimas, servicio muy joven y muy profesional.
No me gusto que estaba lleno y no parecía un restaurante parecía un bar de copas., Mucho ruido.La gente un poco maleducada , hablando muy fuerte .
Platos elaborados, pero casi todos un poco frios.
Des poste un mini-xuxu de la casa buenísimo.
Recomendable.

La nova proposta d'en Pere, propietari del restaurant massana de Girona guardonat amb una estrella Michelin, m'ha satisfet gratament, en aquest nou restaurant de estètica moderna, situat en el cor del barri vell de Girona es pot gaudir de una carta formada per una gran varietat de plats en petit format, perfecte per compartir i a un preu mes assequible que l'altre restaurant del grup.
Vàrem sopar el menú de degustació format per 7 racions i dos postres per 37 euros per persona.
Del menú cal destacar el ravioli de botifarra negre, les sardines amb iogurt i gerds i el tataki de tonyina.
Crec que a Girona feia falta un restaurant d'aquestes característiques on es pogués menjar un producte elaborat dins d'un ambient desenfadat a un preu mes que raonable.