Cervecería al más puro estilo andaluz, gran barra surtida de numerosas tapas, todas ellas bien elaboradas, nada aceitosas y muy apetecibles, en especial su famoso cazón en adobo, sus peculiares mejillones y su surtido de croquetas, por no olvidar un buen corte de ibéricos.
No es un restaurante al uso, por tanto no cabe esperar que el servicio este orientado a atender mesas, los camareros son atentos y amables, pero el lugar es algo angosto y casi siempre lleno, por lo que en ocasiones el servicio puede demorarse, pero así es el mundo de la barra y de las tapas, cuando hay gente, todo es menos rápido.
En general, un lugar muy apetecible para comenzar con un aperitivo antes de ir al teatro, o terminar cenando después de salir del teatro, y cito teatro por su escasos diez metros que le separan del Olympia.
Saludos

Me sorprende las valoracion de los expertos de esta "freidura" ya que fuimos a cenar y salvo la cerveza el resto del material era de bareto , de escasa calidad ,la ensalada pocha pocha , los calameres goma goma , el pulpo pasado , los boquerones tiesos y el precio caro caro para lo que comimos y bebimos , las mesas un desastre sucias sucias y llenas de latas , botellas y restos , deshechamos el interior por que olia a frito y no queriamos levarnoslo puesto.
El servicio brusco y basto .
Mucho turista despistado.
En definitiva mala decision.

Establecimiento situado en pleno centro de Valencia, dispone de larga barra, estrechos toneles a modo de mesas aptos para el tapeo y una zona situada al fondo algo más amplia a modo de comedor que alberga unas cuantas mesas. Decoración de tasca renovada, digamos que lo rústico hecho fino, con cierto gusto. También dispone de terraza, pero con estos calores preferí el interior que está correctamente climatizado. No visten las mesas y las servilletas son de papel.

Su oferta se centra en las tapas y es amplia (aproximadamente unas 50 diferentes) y variada. Dispone de carta, aunque unas grandes pizarras ubicadas en la parte superior de la barra, anuncian gran parte de la misma.

Oferta algunos vinos por copas, todos ellos sencillos pero dignos.

Nuestra experiencia fue al mediodía para una comida informal y tomamos:
• Ensaladilla rusa, simplemente correcta.
• Puntilla: buena materia prima, crujiente, muy buen punto de fritura.
• Cazón en adobo, igual que la puntilla, buena materia prima y buena fritura.
• Cazuela de conejo escabechado, anunciado como la especialidad de la casa, muy bueno, el escabeche suave y un interesante punto picante (no demasiado). La salsa como para mojar una barra de pan entera. Acompañan este plato con patatas fritas laminadas, muy buenas también.

Para beber tres cervezas y un fino. Todo ello por 35 euros los dos.

Buenas tapas aunque de ración algo justa. A destacar las croquetas de boletus. Las gambas al ajillo quizá demasiado picantes. El resto bien. Nos pareció que las opciones de postre eran algo escasas pero no probamos ninguno. Bastante ajustado de precio. Lo peor del sitio, el dueño y el camarero, que digamos... no son demasiado simpáticos para estar de cara al público.

Dejo mi experiencia en este sitio para que cada cual saque sus propias conclusiones.
Pido bandeja de marisco a la plancha, cuando me lo traen observo que incluye una cigala arrocera; dos langostinos congelados pequeños y dos gambones pequeños, igualmente congelados. ¿El precio? 10,50 euros.

Poco que añadir a los anteriores comentarios. Ibamos al teatro así que nos acercamos a la taberna, tenía curiosidad porque la tengo cerca del trabajo y aún no había entrado pero tenía buena pinta.
Nos instalamos en la parte del fondo que es más espaciosa y tomamos:

Unas buenas patatas bravas, puntillas bien hechas y unas croquetas de boletus e ibérico, mejor las primeras.

De beber 2 cañas bien tiradas. No tomamos vino. El servicio es rápido y diligente. El local tiene sus limitaciones, como la zona de la barra demasiado estrecha, donde se exponen las abundantes tapas que tienen para elegir.

A mi me gustó mucho y volveré sin duda, no entiendo como en Valencia con lo que gusta el aperitivo no proliferan más locales como éste: informales pero con calidad, en vez de tanta bocatería cutre. Muy buena opción para tapear en el centro

Íbamos con el tiempo un poco justo y nos encontramos con esta taberna situado en el centro de Valencia. Local estrecho y no muy cómodo, sobretodo si llevas un carro. Nos acomodamos en la barra y desde el primer momento una atención muy simpática por parte de todo el personal que nos atendió. Infinidad de tapas y posibilidad de varios tipos de vinos por copas a 1.50€ o 2.50€, buena opción.
Escogimos dos copas de Vino Turbio, servido justo de temperatura y en vasos de zurito.
Para picar:
 Pescadito frito, muy buenos, hacía tiempo que no los disfrutaba tanto.
 Gulas con gambitas, buenas.
 Bandeja de verdura, correcto.
Para terminar tomamos un doble de San Miguel y un doble de clara. Es la opción de cerveza de barril, aunque pude observar varias marcas de cerveza en formato de tercio.
Correcto pan.
Un sitio a tener en cuenta si no tienes mucho tiempo y andas por el centro.

Fuimos el sabado a picar algo...

Para beber 2 copas de vino:
- 1 ribeiro
- 1 tinto de rioja
Disculpar que no ponga los nombres, pero no los recuerdos, decir del vino que las copas eran un poco excasas la cantidad.
De comer:
- una ensaladilla rusa ( bien, pero sin pasarse)
- Calamares ( buenos pero nada del otro mundo)
- Puntilla ( para mi lo mejor)

total de la jugada 19:95e

La decoración es correcta aunque los barriles algo pequeños para atender varios platos a la vez!

Lleva menos de una semana abierta, pero ya apunta solera de típica tasca Andaluza. Dispone de unas mesas en el fondo con plato del día y carta de tapas, una amplia barra, unos barriles estrechos en forma de mesas y una amplia terraza (a la que hoy no acompañaba el día). El local estaba lleno, pero conseguimos una mesa-barril, comimos de tapas acompañadas de vinos por copas, lo que más nos ha gustado ha sido los pescaditos fritos crujientes y los champiñones frescos con ajitos y perejil.

Una buena opción para comer en el centro de Valencia, buena calidad y precios muy razonables.

Antonio Manuel (Toni) es compañero Sumiller y muy buen amigo y esta taberna es el proyecto y la ilusión de los últimos años Felicidades!!!.