Y… la cola del baño pasaba por nuestra mesa.

En el casco histórico de Sagunto, en la subida al teatro romano, encontramos este bonito restaurante de sólida y antigua construcción y estilo rústico.

No hay una sala principal sino varias distribuidas en diferentes niveles, pues el restaurante parece ocupar una casa entera.

A nosotros nos acomodaron en el primer nivel, en la única mesa que cabe ahí. En baño estaba muy cerca, pero no le dimos importancia, estaba separado suficientemente y visualmente no molestaba… hasta que, finalizando el primer plato, un grupo grande de señoras de cierta edad, esporádicamente acompañadas por algún señor, llegaron en tropel al servicio. Por cada una que hacía uso del aseo, bajaban tres, con lo que la cola fue aumentando hasta llegar al tercer peldaño de la escalera en sentido creciente… pasando por nuestra mesa. Se congregaron ahí hasta ¡14 señoras! Lo sé porque -sí, lo reconozco, soy un friki- las conté jocosamente con esa risa entre tonta y nerviosa que te entra…

Y no un minuto ni dos, sino media hora como mínimo. De hecho no podría afirmar que no siguen ahí todavía, pues abandonamos el local apresuradamente sin tomar postre ni café.

¿Saben ustedes de qué hablan las señoras cuando están en una cola? ¿No? Yo tampoco, pero sé a dónde miran: a nuestra mesa.

La cocina es clásica con cierto toque francés.

Yo comí:

Ensalada de mollejas confitadas y queso de cabra crujiente. Generosísima ración, con millones de cosas. De lo que menos había era mollejas. No obstante, el resultado fue de notable.

Hamburguesa de Black Agnus con foie y crujiente de cebolla. La pedí poco hecha y literalmente la achicharraron. Seca como la mojama. No parecía mal género ni mucho menos, pero así no hay manera de saberlo. El crujiente de cebolla, que no crujía, estaba francamente bueno.

Tienen dos cartas de vinos que se complementan, tienes que mirar primero una y luego otra, o las dos a la vez. ¿¿?? Tenían una inesperada oferta de vinos por copas que yo aproveché tomando una copita de un blanco chileno resultón, Santa Digna Sauvignon blanc 2012 y otra de un ribera solvente, Celeste 2012. Las copas eran muy gruesas, más de combinado que de vino, y nos las trajeron ya servidas: ¡mooooooooc!

El servicio fue en todo momento muy amable y solícito, y cumplieron pese al jaleo que tenían (atravesando con habilidad la gran caravana de mujeres que les taponaba el paso). Sintieron realmente que hubiéramos estado tan a disgusto, lo que les agradezco, pero yo lo sentí más.

Y no me avisaron.

  1. #21

    JoseRuiz

    ¿Carta de vinos monográfica del grupo Torres?

  2. #22

    G-M.

    en respuesta a JoseRuiz
    Ver mensaje de JoseRuiz

    Jeje, no se te escapa una, Bolívar!

    Sí!

    ;-)

  3. #23

    Fer B.

    Moc, moc!! Restaurante anclado hace años. Realmente creo que por la zona poca oferta hay que pueda "hacer tilín" de verdad.

  4. #24

    G-M.

    en respuesta a Fer B.
    Ver mensaje de Fer B.

    Ya me contaste ya, Fer, pero queríamos patearnos bien el casco histórico de Sagunto...

  5. #25

    Bouquet55

    Vaya chapuza y menudo cabreo imagino.
    Bien podías haber titulado el comentario CARAVANA DE MUJERES
    Saludos

  6. #26

    G-M.

    en respuesta a Bouquet55
    Ver mensaje de Bouquet55

    Jajaja

    Sí, podía haber sido un buen título!

    Slds

Cookies en verema.com

Utilizamos cookies propias y de terceros con finalidades analíticas y para mostrarte publicidad relacionada con tus preferencias a partir de tus hábitos de navegación y tu perfil. Puedes configurar o rechazar las cookies haciendo click en “Configuración de cookies”. También puedes aceptar todas las cookies pulsando el botón “Aceptar”. Para más información puedes visitar nuestra Ver política de cookies.

Aceptar