Tenía ganas de probar la cocina del restaurante ALMAR después de los múltiples y variados comentarios, reseñas, recomendaciones leídos entorno a la cocina que hacen, fue efectivamente un placer. Sobre todo fue un placer poder disfrutar de un menú degustación de aperitivo de bienvenida 3 entrantes, 1 pescado, 1 carne y dos postres por un precio tan ajustado (28 €). Creo que hay que recompensar el esfuerzo por ofrecer calidad a precios razonables y en Libentia a fe que lo consiguen sin grandes estridencias ni tirando obviamente de productos “nobles” pero con una cocina muy honesta, cuidada y sobre todo sabrosa.
Nuestro menú para la ocasión se compuso de un aperitivo con una croqueta de pulpo y crujiente de patata violeta . el primer entrante fue una tosta de jamon con escalope de foie y huevo de codorniz. El segundo entrante es de los de levantarse y aplaudir: una ensalada templada de ventresca de atun que todabia la estoy recordando.Tercer entrante una croqueta de boletus con huevo escalfado y aroma de trufa, que puedo decir....sin palabras¡¡. Mi principal fue un lomo alto de buey a la parrilla que si no me hubieran puesto cuchillo no habria hecho falta por que era mas tierno y delicado que las amapolas en primavera. Finalmente otro delicioso plato que tomo mi mujer, Rodaballo con pesto de berros acompañando a los platos con una guarnicion acorde con la carne o pescado y lo mas importante es que cuidan la temperatura de todo. En los postres nos trajeron una ensalada de fresa con sorbete de limon y crujiente de citrico, refrescante y digestivo y para ella un coulant de chocolate blanco acompañado de un helado de baylis. En los cafés nos trajeron unos petits fours acompañados de licores y vinos dulces de hielo.
Se me olvido mentar la suculenta carta de vinos ¡¡¡
En definitiva, creo que nos hallamos ante uno de esos sitios que merecen muy mucho la visita. El servicio es atento y correcto en todo momento. El restaurante pequeño, pero acogedor. Indudablemente, para repetir.