Nueva visita para disfrutar de su menú de mediodía, todo incluido, por 15 €. Para escoger, tres primeros tres segundos y tres postres, más una tapita, agua, vino y café. Comimos, de primero, unas patatas con embutido y foie (muy buenas) y un arroz con bacalao que, a pesar de estar entre los segundos no tuvieron ningún inconveniente en servirlo como primero, muy bueno, en su punto de cocción. Como segundos pechuga de pollo, servida fileteada sobre una capa de cebolla caramelizada, y costillas de cerdo acompañadas por una berenjena a la brasa y manzana. De postre una ración de tarta de queso y una porción de bizcocho de mandarina. Para beber una copa de vino blanco (cuyo nombre no recuerdo) DO Terra Alta elaborado con garnachas jóvenes. Después de unos cambios en el personal de cocina, da gusto ver que el equipo sigue funcionando perfectamente y ofreciendo una relación calidad/precio sencillamente increíble.
Ayer tocó un restaurante de aquellos que tenía ganas de ir hacía tiempo. Libentia es un lugar de corta pero agitada historia. Nace, triunfa, se apaga y renace hace unos meses. Tenía ganas de ir y después de algún intento fallido, ahora por fin lo he conseguido.
Comentar ya de entrada que es un lugar donde se come muy bien, todo muy bien cuidado y con excelente calidad. Al mediodía ofrecen un menú que hemos observado era de muy buen nivel por 15 €, pero como queríamos ver más detalles, hemos optado por uno de los menús degustación. El que hemos escogido ofrecía 2 aperitivos, 2 entrantes, un pescado, una carne y dos postres que sugería el maître, para ver si había alguna "incompatibilidad". Todo nos ha parecido perfecto a la primera. Su coste es de 30 € y ya adelanto que la RQP, es de lo mejorcito que hay.
También ofrecen otro menú aún más completo, pero con este y el excelente pan que le acompaña, hemos quedado bien. Evidentemente también ofrecen platos a la carta y la carta era bastante variada.
Los platos ofrecidos (en mi blog hay fotos) han sido: Después de un par de aqueritivos, ha empezado con los 2 entrantes: una "Coca d'escalivada, anxoves i calçots", una "Crema de patata amb ou "poche", cansalada i oli de tòfona".
Com plato de pescado nos han traido un "Bacallà amb albergínia fumada" y como plato de carne "Galta de vedella". Los dos postres han sido: "Sopa de cítrics amb fruites" y un delicioso "Pa amb oli i xocolata". Que no me olvide... el pan servido, de gran calidad también.
Y tal como siempre hago últimamente, comento algún punto a mejorar y vuelvo a insistir con el vino a copas. Es necesario que entiendan los restaurantes, que pedir vino en copas, no es ignorancia en vinos, ni tampoco tacañeria. Es simplemente que después de comer, hay gente que trabajamos y conducimos.
Creo que hay que poner las cosas fáciles, ofreciendo una mini carta de vinos en copas. La respuesta cuando he pedido una copa de vino (mi acompañanete era abstemio), ha sido muy pobre ... "¿Como le gusta, negro, rosado, blanquito ...?".... :(
Le he contestado (intentando controlar la subida de adrenalina), que lo quería negro, pero a ver si podíamos afinar un poco más ....Le he dicho que en preferencia queria un Montsant o un Priorat i al final me ha servido un Montsant, el "Clos del Gos"... uno de estos vinitos que en tienda cuestan 7€... que són "correctos", pero deseaba que me hubiesen ofrecido algo mejor..
Pero fuera de esta anécdota (que no hubiera pasado si hubiéramos pedido la carta de vinos para tomar una botella), el resto ha sido EXCELENTE. Y la RQP de muy buena. En resumen... Un lugar MUY RECOMENDABLE y a 30€...!!!, vino aparte.
Ricard Sampere
www.restaurantscat.cat
Tenía ganas de probar la cocina del Libentia después de los múltiples y variados comentarios, reseñas, recomendaciones leídos entorno al concepto de estos tres jóvenes ya fogueados en cocinas de primer nivel de Barcelona. La experiencia, como su nombre en latín ya indica, fue efectivamente un placer. Sobre todo fue un placer poder disfrutar de un menú degustación de 2 entrantes, 1 pescado, 1 carne y dos postres por un precio tan ajustado (30 €). Creo que hay que recompensar el esfuerzo por ofrecer calidad a precios razonables y en Libentia a fe que lo consiguen sin grandes estridencias ni tirando obviamente de productos “nobles” pero con una cocina muy honesta, cuidada y sobre todo sabrosa.
Nuestro menú para la ocasión se inició con un aperitivo de chupito de crema de calabaza con albahaca a temperatura templada y un segundo aperitivo que fue una alcahofa confitada con nueces, exponente de una elegante simplicidad. Riquísima. El primer entrante fue un clásico catalán: una escalivada con anchoas. El segundo entrante es de los de levantarse y aplaudir: un canelón de rabo de buey con salsa de ceps. Fantástico. El punto más flojo llegó con el pescado: una lubina que creo que se les pasó algo de cocción. Aparecía algo seca con un acompañamiento a base de dados de calabaza y camagrocs (trompetas amarillas en castellano). Finalmente otro delicioso plato: una carrillera de ternera con ciruela, espléndida y melosa a más no poder. En los postres nos trajeron un refrescante y curioso helado de Idiazábal con membrillo y como segundo postre un fantástico brownie. En los cafés nos trajeron unos petits fours. El pan creo que es del forn de la Trinitat. Nos trajeron un pan de focaccia con aceite y más tarde un rústico a la sobrasada. Genial. Todo ello lo regamos con un Pardas 2007 (D.O Penedès), un cabernet franc muy equilibrado y goloso diría yo.
En definitiva, creo que nos hallamos ante uno de esos sitios que merecen muy mucho la visita. El servicio es atento y correcto en todo momento. El restaurante pequeño, pero acogedor. Indudablemente, para repetir.