Ahora sí

Conocíamos el Imperatore desde su inauguración y apenas 2 visitas nos bastaron para no volver.
También conocíamos a José Calleja por su trabajo en La Cuchara de Rivas pero no teníamos ni idea de su cambio hasta verlo publicado en La Luna de Metrópoli de El Mundo.
En su anterior casa se comía estupendamente y aquí sigue el mismo camino con la ventaja de su precio y por la posibilidad de poder ir con niños, como es nuestro caso.
El tipo de cocina es más tradicional pero eso no desmerece ni mucho menos la comida y si repercute a mejor en los precios.
Parece que con su incorporación hasta el trato y servicio han mejorado ya que no tenía nada que ver con nuestras visitas anteriores.
Algunos platos como las tortillitas, croquetas ó tartaleta de manzana ya los habíamos comido y siguen igual de buenos, otros de la casa como las pastas o las pizzas han sufrido un cambio notable, especialmente la masa y el tomate de la pizza y la salsa carbonara.
Detalle de la casa invitándonos a una copa de Moscato italiano y trufas.