Japonés... diferente.

Recogido local con una decoración quizá más propia de un bar de copas que de un restaurante. A un lado la barra, iluminada ella con un vinilo de piernas de jóvenes en vaqueros. Al otro lado una pared lisa panelada también con vinilo, esta vez completamente negro, y coronada por una linestra blanca. Lámparas muy originales, mesas excesivamente pequeñas aunque con correcta separación entre ellas. Iluminación fría e insuficiente en algunas zonas.

Tuvimos la mala fortuna de que nos adjudicaran la peor mesa, ya que estaba frente a la puerta de entrada y junto a la barra, con constante paso de camareros y comensales.

Cocina japonesa fusión. En su carta, pequeñita pero muy variada, puedes encontrar arroces, tallarines, tartars, sushi, makis, niguiris, hamburguesa de carne de buey wagyu (Kobe)…

• Rollito vietnamita, de la sección “Crujientes”. Sobre una hojita de lechuga iceberg, con menta natural y una salsa liviana que contenía un montón de especias, entre ellas cilantro. Nos indicaron que tomásemos todo junto: un bocadito de rollito, un trozo de lechuga, otro de menta y bañado posteriormente en la salsa. Un espectáculo de sabor. Menos mal que le hicimos caso, y eso que yo, empeñado en usar los palillos, me las vi y las deseé para “pillar” todo a la vez…

• Nagoya, de la sección “Noodles”: tallarines con verdura salteada, langostinos crujientes y salsa picante. Sabrosones.

• Tokio Blues, de la sección "Maki Roll Takeshi" (una sección que engloba makis “diferentes”: con ingredientes inusuales y en algunos casos, en tempura). El nuestro, era de solomillo ibérico, cebolla caramelizada y reducción de mostaza y miel, e iba tempurizado. Quizás demasiado pesada la tempura, pero muy original y exquisito.

• Maki de atún rojo, aguacate y pepino. Un buen maki.

• Churritos con helado de galleta. Yo ya no pude con ellos, me recordaban demasiado a la tempura…

Carta de vinos en construcción. Nos la “cantaron". Tomamos un excelente cava valenciano, Tamtum Ergo Pinot Noir.

Buen servicio… ¡sin un asiático!. Los propietarios y empleados son españoles, con un cocinero que se especializó en cocina japonesa. Aprovechó el curso.