Cena para tres (dos adultos y un niño) en el local de Ruzafa.
Dos refrescos, un tercio y un agua de litro, patatas bravas para compartir, y 3 hamburguesas (una vegetariana, una de pollo y una de ternera)
Las patatas bravas normalitas, con poco allioli y racion demasiado justa, hamburguesas vegetariana muy correcta y sabrosa, hamburguesa de tenera se equivocaron en el punto pero mas alla de eso tambien muy correcta y la hamburguesa de pollo mas que una hamburguesa era un bocata de pollo porque era una pechuga a la plancha, estaba bien pero una hamburguesa no era, habria que corregir esto ultimo.
La atencion fue cordial y un trato amable, un poco de demora pero considerando que era viernes noche y estaban a tope tampoco estuvo tan mal, local algo ruidoso,decoracion informal y moderna, calidad/precio bien.
Desde mi punto de vista deberian de ampliar las variedades de hamburguesas en cuanto a carnes se refiere, ya que solo hay ternera/buey, cordero y pollo, tampoco vendria mal revisar los panes.
Para una cena informal en plan fast-food es recomendable.

Perfecto , no hay que complicarse la vida , hay que dar una excelente calidad en las carnes tratarlas con cariño en la cocina y dar un servicio agradable que te hace sentir agusto fuera de tu casa, eso es lo que me ha ocurrido la segunda vez en visitar este restaurante.
Restaurantes hay muchos estamos todos cansados de intentar saber a veces que es lo que te comes y porque les ponen esos nombres a los platos , luego nos cobran lo que nos cobran .
Una ensalada, unas pakoras, y cualquiera de las hambuerguesas que tienen y tengo que decir que he cenado mejor que en mucho de los llamado restaurantes de autor. por eso mis felicitaciones y me parece perfecto,
Mis mas sinceras felicitacion, volvere.

Local amplio, con decoración muy funcional. Carta monotemática: aparte de algunas entradas y una selección de ensaladas una amplia selección de hamburguesas, desde las más "básicas" a las "gourmet". Carta de vinos muy limitada, entre eso y el calor y que íbamos con niños... acabamos tomando cervezas. Servicio atento y simpático. Pedimos unas 'pakoras' de entrada (muy bien conseguidas aunque con los sabores especiados algo atenuados...) y una buena ensalada y luego papis y niños diferentes tipos de hamburguesas. Yo tomé una Dijon, con mostadas, cebolla caramelizada y creo recordar que con berenjena a la plancha además de una carne del buey jugosa. Respetaron el punto solicitado. No tomamos postres.
A la hora temprana a la que llegamos el ambiente es de padres con niños y algún extranjero despistado... imagino que más avanzada la noche cambiará el perfil de los clientes.

Tercera visita y siguen manteniendo la misma linea, aunque parece que han bajado el boom inicial que sin reserva no se podia cenar ni en barra.Para ser un martes, no estaba mal.

Sigo manteniendo que son unas hamburguesas espectaculares.Poquitos entrantes aunque tambien disponen de ensaladas, en este caso pedimos:

Nuggets de pollo: Parecen que no son los tipicos nuggets industriales
Aros de cebolla:Aros de cebolla elaborados por ellos con un ligero rebozado. Buen entrante.
Patatas bravas con una espuma de ajoaceite y con una salsa de tomate casero.

Todo acompañado de mostaza y ketchup servido en unos botecitos muy originales.

Que pudiera probar,pues la hamburguesa con pan americano de ternera con panceta.Todos los productos de buena calidad(Tomate,hojas de lollo,cebollita confitada y todo coronado por lamitas finitas de panceta). La otra hamburguesa que probé, la gourmet, que va acompañada de un par de laminas de foie marcado a la plancha.

En esta cena no tomamos vino, aunque como ya se ha dicho disponen de varios vinos que van cambiando por copas servidos en buenas copas (unos 3 eur por copa)

Actualizo la nota de mi anterior comentario, no porque hayan bajado el nivel de calidad, si no porque creo en terminos globales para las puntuaciones de Verema, está es más realista.

Estuvimos una noche de fallas. El local lo descubrimos de casualidad y fue toda una salvación. Compartir mesa con mas de 60 comensales en un espacio muy bonito a la par que poco espacioso ( típico de hoy en dia , para optimizar, y muy justificable debido a la oferta ) fue toda una liberación... del millón de personas que paseaba por la calle sueca en esos momentos. No teníamos mesa ( todo reservado ) pero nos colocamos en una esquinita de la barra y fenomenal...
Tomamos unas buenísimas pakoras y una ensalada de mozzarella de búfala ( por cierto, de las mozzarellas más sabrosas que he probado ). Luego dos hamburguesas, una de pollo ( pechuga de pollo marinada ) y una dijon, con queso brie , berenjena al grill, cebolla confitada y mostaza de bolitas. Te daban a elegir entre diferentes panes, incluso uno sin gluten ( muy interesante para los celíacos ). De postre una tarta de chocolate muy buena.
Para beber tomamos un Mestizaje, presentado a correcta temperatura en copas Schott ( buen detalle )
La verdad es que nos sorprendió gratamente la calidad de todo lo que comimos. Diria que se nota que hay gente profesional y con criterio detrás del tinglado.
Los precios, muy bien , para la calidad del producto, pero altos si se comparan con una bocatería . Creo que el error seria caer en comparar los precios con una bocatería, y no con un restaurante de gama media.

estuvimos la noche de san jose(dia del padre) por que mis hijos querian
probarlas,cinco ham.un agua gra.una fanta,un vaso de leche(mi nieto)
bot.de vino el bon homme y cuatro postres;115 pavos.el servicio bueno
el producto tambien aunque las hamburguesas valen cada una casi 10 pavos.yo prefiero la lluerna que es del mismo dueño donde hay mas variedad de todo y los precios de los vinos fenomenos.
pd.tendra exito.

Ha sido una agradable sorpresa cada una de las dos veces que he visitado este restaurante, siempre para cenar ya que al mediodia no abren " por ahora "
En mi primera visita fuimos dos parejas y nos dedicamos a probar mas las entradas que las hamburguesas o sanwichs , tomamos pakoras ( hasta hoy no las conocia , hoy soy adipto a ellas ) bravas , aros y ensaladas compartiendo luego dos hamburguesas, como veis somos de buen comer.
En la segunda ocasion y viendo la calidad de sus carnes para las hamburguesas , no es que lo demas no tubiera calidad , lo estraño hoy es ver o encontrar un sitio donde le dediquen ese cariño a un producto maltratado por las grandes compañias de alimentacion como son las hamburguesas , convirtiendose en este local , sitio de culto llegando a la delicatesen, nos dedicamos a probar parte de su variedad de hamburguesas " su carne con denominacion de origen"con alguna ensalada y cosa que no hicimos la anterior vez , probar sus postres,buenisimo todo
En conclusion lugar sin mayores pretensiones en su decoracion, agradable y luminoso; calidad en sus productos y trato mas que correcto y por ultimo e igual que importante para los tiempos en los que nos encontramos su precio, muy buena su relacion en calidad precio.
Por ultimo y a mas de uno le sacara de algun problema , la carta tiene productos para celiacos , todo un acierto.
Lo dicho un lugar a tener en cuenta.

Despues de tres visitas, me animo a comentar este nuevo local del tan de moda barrio de Ruzafa. Hemos conocido la oferta a traves de un amigo y la verdad es que el local es chulisimo. Visitamos la hamburgueseria , tanto entre semana, con no mas de 30 comensales, como en fin de semana, con la sala a rebosar. En ambas situaciones, el servicio fue muy atento y efectivo, mucho mas atento los dias de menos afluencia de publico, evidentemente.
Pedimos Pakoras, que segun dicen son receta de Tariq ( para mi opinion , el mejor indo-pakistani de Valencia y radio inter-urbano, puesto que esta en Godella ), aros de cebolla, con una tempura muy fina y bien resuelta. Otro dia pedimos nuggets, mas que correctos y unas bravas muy buenas, con una salsa picante y espuma de alioli.
Otro dia, nuestra eleccion para entrantes fue una ensalada de mozarella de bufala de gran calidad y con una bonita estetica.
En cuanto a las hamburguesas, nos sorprendio la Dijon, con berenjena, mostaza antigua,queso brie y cebolla caramelizada. La carne que elegimos fue buey ( puedes elegir entre ternera y buey) y el punto salio perfecto. Ademas tambien eliges el pan, entre una especie de chapata( con textura mas blanda), un brioche con semillas de amapola o una coca valenciana. Probamos los tres en las diferentes visitas, y la verdad, a cual mas bueno.
Tambien probamos la Chicago, mezcla mas tipo americana con panceta( ahumada, buenisima) , pepinillo, queso, cebolla confitada. Tambien muy buena.
En cuanto al vino, tienen pocas referencias, pero muy bien escogidas,logico, puesto que las pretensiones del local tampoco precisan mas. Aun asi puedes elegir vinos por copas ( 7 u 8 referencias ) a buenos precios y para los de Visa amplia, tienen hasta Viuda de Clicquot. Las copas, sorprendente para una hamburgueseria, Schott. Y el vino, a temperatura correcta. Bebimos Louro de Bolo y otro dia Mestizaje.
Pero lo que mas nos sorprendio de todo, fueron los postres,grandes olvidados en muchos locales, pero que aqui brillan con luz propia. Un coulan de chocolate, de gran calidad, sabor y textura perfectos. Tambien tomamos otro dia, una especie de tarta Tatin de manzana, con helado de yogur...sobresaliente, tambien.
En fin, que reservando con antelacion ( casi siempre llenan) tendremos que seguir probando sandwiches y demas hamburguesas.

Nueva visita a este local. Mi recomendación para los fines de semana es reservar, porque las dos veces que he acudido, el lleno es completo, doblando mesas. Me reafirmo también en el pero más importante del local, y es el nivel de ruido generado, que impide mantener una conversación adecuada en un tono normal. Aparte de esto, en esta ocasión no bebimos vino, sólo cerveza.
En la comida, ensalada mediterránea (simplemente correcta), aros de cebolla (muy buenos, pero la ración a mi entender algo corta) y pakoras, sin duda, el mejor entrante. Las hamburguesas, excelentes. En mi caso me decidí por la Inglesa (carne de buey en su punto, tomate concasse y queso stilton).
Han incorporado camareros, por lo que los tiempos de los platos no se resiente en absoluto.

Impulsado por la buena experiencia en Mesclat reservamos sábado noche en esta hamburguesaría situada en el barrio de Ruzafa. El local, lleno, provoca problemas para mantener conversaciones en un tono normal. A pesar de la cantidad de gente, los tiempos del servicio no se resiente en demasía.
La carta de vinos es cortita, entre ellos pedimos un Bon Home, servido a la temperatura adecuada, que me agradó en copas Schott.
Entre los entrantes destacaron las pakoras y respecto a las hamburguesas, aunque las opciones no son tantas como en Mesclat, son más que suficientes. Yo pedí una de buey que me encantó. A elegir el tipo de pan entre tres clases.
En definitiva, una buena experiencia que anima a repetir velada.