Restaurante La Taberna en Torrelavega
Restaurante La Taberna
País:
España
Provincia:
Localidad:
Dirección:
Cód. Postal:
Tipo de cocina:

Añadir vino por copa

Precio desde:
9,50 €
(precio más bajo introducido por un usuario)
Nota de cata PRECIO MEDIO:
17 €
Nota de cata VALORACIÓN MEDIA:
6.8
Servicio del vino SERVICIO DEL VINO
4.9
Comida COMIDA
8.1
Precio medio entorno ENTORNO
5.0
RCP CALIDAD-PRECIO
8.5
Opiniones de La Taberna
OPINIONES
7

Una vez más hemos acudido a este local, hoy al mediodía en un día típico del norte en el que no acaba de amanecer y ni llueve ni deja de llover, por tanto mejor día para comer que para pasear.

Acomodados en el comedor superior, con manteles de papel y servilletas de ídem, nos han pasado la lista del menú del día y ante la propuesta nos hemos decidido por el mismo, varias opciones escritas y otra de viva voz.

De los cuatro comensales, dos nos hemos decidido en el primer plato, por potaje de garbanzos y otros dos por piriñaca.

De segundos:

Bocartes fritos.
Pimientos rellenos de calamares.
Bacalao con tomate
Calamares fritos.
Solo una persona llego al postre con un flan de chocolate blanco.

Comento lo que yo he comido:

Potaje de garbanzos: presentado al centro en una amplia perola, con los garbanzos perfectos de punto, salsa conseguida y con muchos acompañantes, morcilla de arroz, chorizo y dos tipos distintos de carne. Ración para comer y explotar la presentada.

De segundo los calamares fritos: calamares de medio tamaño, pasados por harina, con una gran punto, presentado creo que 5 piezas y acompañados de una patatas fritas de un muy buen nivel.

El precio de los dos platos descritos de un gran nivel, estimo que en una carta puede tener en un restaurante de nivel medio; los garbanzos 8-10 euros y los calamares 13-15 euros y este precio le hubiese pagado a gusto, pues bien el precio ha sido, sin tomar el vino del menú y sin comer el postre que entraba. de 9,50 euros: un regalo.

El vino del menú, no le he visto pero entiendo que tendrá un nivel bajo, y hemos tomado de una carta justita un magnun Loriñon crianza 2008. Con una buenas copas que nos puesto al pedir tal vino.

Comentario:

Lugar que a pesar de tener dos comedores y estar un tanto escondido, hay que reservar todos los días si se quiere comer.
Hace un año que no cuelgo un comentario de este local, pero al que acudo al menos cada 2 meses, la última vez este martes pasado, donde comí una ensaladilla rusa de las de toda la vida y unos callos que se pueden mirar cara a cara, a los de los de lugares famosos de la geografía española y que les triplican o más, en precio a estos.

Local sin pretensiones de entorno, pero muy bien acondicionado, con un servicio diligente, con una cocina de toda la vida y unos precios difíciles de igualar.

Viernes fin de semana, después de tomar unos garnachas, decidimos ir a picar a este rte. que está escondido, pero aun así acabó llenando.
No describo el lugar pues anteriormente el amigo Gabriel lo ha hecho y bién.
4 personas que optamos por picar y con fuentes al centro :
- Pastel de Verduras(6,50),hermoso taco acompañado de una salsa de nata y pto. rojo, las verduras bién tratadas, emulsionadas y jugosas. La salsa ligera, ligada y con sabor,rica.
- Croquetas de Boletus(7,00), 12 piezas, sabrosas, buena masa y, lo más importante, con boletus. Sabían a boletus.
- Callos (2) (6,00), Deliciosos, salsa untuosa, los mejores que he comido en mucho tiempo. Iban acompañados de una hermosa ración de patatas fritas recién hechas. En un principio pedimos 1, pero dada su textura, salsa bién ligada, su aterciopelamiento, decidimos pedir otra.Merece la pena volver por probar nuevamente los callos.
-Pimientos del Pico rellenos(8,00). Cuatro hermosos pimientos rebozados y rellenos de carne, sin engañar y con una salsa ligada. Sabrosos.
Dada la amplitud de las raciones,nadie tomó postre, aunque el arroz con leche y las tartas caseras, que nos enunciaron, deben merecer la pena.
Acompañamos la cena con dos vinos : Vinéa-2009(10,00), vino de la D.O. Cigales que no tenía ningún defecto , pero tampoco virtudes. Se dejó beber.Y Taurus-2006.Cr.(11,00), vino de la D.O.Toro, aquí ya estábamos en el Duero, vino con los taninos domados, aterciopelado en boca y que invitaba a beber. Lástima que solo les quedara una botella, la que nos tomamos.Se solicitó una cubitera para refrescar los vinos y amablemente nos la proporcionaron.
También nos tomamos 2 botellas de agüa(3,00 y 2,00), no todo tiene que ser vino, 1 café(1,10) y 1 pacharán Baines(3,00).
Es un rte. que no conocía. Su cocina es tradicional, la de toda la vida, que decimos. Raciones grandes. Me han "soplao", que hacen muy buenos los cocidos, tanto el Montañes, como el Lebaniego. Agustín, el dueño, es de Líébana, concretamente de Potes. Tendremos que probarlos.

Visito este local con cierta frecuencia, al encontrarse a escasos 200 m de mi lugar de trabajo.
Día festivo (creo que nunca visité el local en días que no sea laborable) se encontraba con un ocupación del 100 por 100.
Nos ofrecieron un menú del día a nueve euros, con una pinta excelente.
Fuera de menú dos comensales hemos optado por compartir:
Mollejas empanadas: generosa ración con muy buen nivel (5,5 €)
Croquetas variadas: cuatro tipos distintos de croquetas, en cantidad de tres unidades por tipo, con la envoltura y bechamel muy lograda, destacando las de bacalao (seis euros)
De platos:
Cocido montañés: muy logrado, sin resultar grasiento, con la alubia integra, buen color de la Berza. Cantidad asombrosa presentada en un bol al centro de la mesa, de la que no comí más allá del 15-20% de lo presentado. (6,5 €)
Albóndigas de bonito: acompañadas de patatas fritas, grandes, suaves, especiales y como no ración gigantesca (siete euros).
Agua, dos cafés, una cerveza y un Taurus Toro crianza 2006(cambio de copas), (11 €) completaron la comida por un total de 42 €.

Cocina de toda la vida con raciones generosas y precios comedidos. El menú tiene una “buena pinta” y un precio excelente.

excelente menu del dia y picoteo tambien muy buenos sus cocidos tanto el montañes como el lebaniego, ademas como digo en el titulo la comida es casera autentica

...la última noche de nuestra estancia en tierra cántabra, con idea de probar la carne, la cual me recomendaron el primer día que acudimos, a comer, y no defraudó, una chuleta de novilla de tamaño más que considerable, al punto, sabrosa, tierna y acompañada de patatas fritas caseras y pimientos del piquillo, excelente ración a mejor precio (11,50), croquetas de queso Tresviso (6,00€), suaves y muy ricas, una ensalada mixta para refrescar un poco y anchoas Solano de santoña (10,50€), muy buena ración, nada saladas, nada de espinas...no quedó ni una, entraban unas 12-14 filetes por ración. Para beber, varias cervezas, copa de crianza, pan y cafés, 39,10€.

Acudimos a este lugar a mediodía, ya un poco tarde, con idea de comer un menú en principio pero mientras tomábamos unas cervezas en la barra esperando mesa nos decantamos por tapear algo, a base de mollejas empanadas, algo faltas de sabor debido al rebozado de pan, correctas sin más.
Rabas, buena cantiidad, rebozado ligero y textura adecuada, bien. Croquetas variadas (12u/ración), de bacalao, morcilla, gambas y carne, buena textura, sabor y nada aceitosas, muy bien.
Dos cervezas, una botella de crianza Ramón Bilbao y dos cafés.
Total 33,10€.
Aparte tienen menú, así como carta variada.

Cuantas veces muchos de nosotros, cuando nos encontramos en una ciudad extraña, tras comer en lugares de cocina evolucionada o de “pret porter”, hemos pensado: “si conociese algún lugar de cocina de toda la vida”.

Este lugar que voy a comentar es de esos “cocina de toda la vida”.

Le conozco hace años, y reconozco que me gustaba en su antigua ubicación, en un edificio ya desaparecido, junto a los juzgados, con unas mesas y bancos de madera corridos.

Su actual ubicación, es algo difícil de localizar por mapa (lo cual es un problema menor en una ciudad de 60.000 habitantes, si se pregunta).

Dispone tras la barra de dos comedores uno en planta semisótano y otro en la planta primera.

Las mesas están con una distancia respecto a sus vecinas normalitas, vestidas con manteles y servilletas de papel, vajilla de lo más normalito.

La carta de vinos, pues lo clásico en estos locales en estas tierras, aunque tomamos un Barón de Ley Monasterio 2007, que no es frecuente el disponerle. El servicio del mismo más que justito.

Para no aburriros, ahora viene lo que merece la pena:

Croquetas de gambas: muy buenas a 6.50 euros.

Tabla de bellota(así la denominan) generosísima, con su chorizo, jamón, lomo, etc.,, también queso y cecina(no se que tendrán de bellota), pues con buen nivel, no voy a decir excelente, pero a 14 euros, pueden comer con la ración 2 personas.

De platos:

Chuleta de ternera: muy buen punto, mucho mejor el nivel de la calidad de la carne, todo acompañado de patatas fritas en sartén y con pimientos rojos de los de “ casa”. 11.50 euros.

Y escalopines de pollo rellenos de queso y anchoas, con sus patatas y pimientos etc..

No llegamos a los postres.

Cafés y zumo de endrinas(que llamaba al tema mi acompañantes) osea pacharan, completaron la comida.

En conjunto, muy buen nivel la comida si se va a cocina casera y en cuanto el resto, ya se sabe a donde se acude.

En este lugar, otras veces he comido un pastel de verduras y un cocido lebaniego(de encargo o los domingos, excelentes)

Para los que conocen Cantabria y sobre todo los lugares de buen comer de hace años, les comento que la cocinera se formo hace años, en la famosa Cigoña de Ruiloba.

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