Popular bar de tapeo situado en pleno casco de Zaragoza, una de las zonas de mas tadición y a pocos metros de El Pilar, casi siempre hasta los topes, por lo menos en las horas típicas. De decoración bastante actual (no leva muchos años abierto o ha sido remodelado), tiene media docena de botellas de vino para servir por copas, y el servicio es un tanto frio y poco amistoso, tampoco desagradable pero poco dado a las confianzas. Como digo en el encabezamiento, los platos más habituales, son las croquetas, fritas al momento y según demanda, y los huevos rotos (con foie, ibérico o gulas), también tiene alguna ración o tapa como complemento. Nosotros pedimos unas croquetas de foie y boletus, que hubiese estado muy bien, si no la hubiesen sacado fria por dentro, una de cabrales y manza, bien también, y una ganadora de concurso años atrás, de arroz negro, que sin estar mal, supongoqeu se esmerarían más cuando participó (2,40 € cada una), y un montadito de longaniza y jamçon un pelín cargante, pero que se dejaba comer, también a 2,40 €, con un refresco y un vino 13,45 €. Hay mejores opciones y peores, pero se puede ir, y seguir camino.
Estoy completamente de acuerdo en lo que comentas. Estuve dos veces en septiembre y no me convenció para nada. Le dí una segunda oportunidad dado el ambiente y la fama que le rodea. Me dejé entero unos huevos con longaniza, por grasienta y además con los huevos completamente cuajados. Lo de la croqueta de arroz negro, efectivamente, debieron de esmerarse años atrás.
Saludos
Comenta alguno Ricraket, para los que vamos de cuando en cuando por allí.
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