Popular bar de tapeo situado en pleno casco de Zaragoza, una de las zonas de mas tadición y a pocos metros de El Pilar, casi siempre hasta los topes, por lo menos en las horas típicas. De decoración bastante actual (no leva muchos años abierto o ha sido remodelado), tiene media docena de botellas de vino para servir por copas, y el servicio es un tanto frio y poco amistoso, tampoco desagradable pero poco dado a las confianzas. Como digo en el encabezamiento, los platos más habituales, son las croquetas, fritas al momento y según demanda, y los huevos rotos (con foie, ibérico o gulas), también tiene alguna ración o tapa como complemento. Nosotros pedimos unas croquetas de foie y boletus, que hubiese estado muy bien, si no la hubiesen sacado fria por dentro, una de cabrales y manza, bien también, y una ganadora de concurso años atrás, de arroz negro, que sin estar mal, supongoqeu se esmerarían más cuando participó (2,40 € cada una), y un montadito de longaniza y jamçon un pelín cargante, pero que se dejaba comer, también a 2,40 €, con un refresco y un vino 13,45 €. Hay mejores opciones y peores, pero se puede ir, y seguir camino.
Utilizamos cookies propias y de terceros con finalidades analíticas y para mostrarte publicidad relacionada con tus preferencias a partir de tus hábitos de navegación y tu perfil. Puedes configurar o rechazar las cookies haciendo click en “Configuración de cookies”. También puedes aceptar todas las cookies pulsando el botón “Aceptar”. Para más información puedes visitar nuestra Ver política de cookies.