Hacía dos años y medio de mi última visita a este restaurante, y en un luminoso día acudí de nuevo al mismo, optando por un menú, que consistía en:
Ensalada de gambas caramelizada.
Queso de Porrúa a la plancha sobre juliana de puerros, calabacines y sus mojos.
Lomo de bacalao asado sobre fritada de pimientos y patatas.
Entrecot de carne roja.
Helado de arroz con leche.
Hasta aquí nada de reseñar, pero al leer mi última valoración de este restaurante, observo con cierta extrañeza y perplejidad que el menú es idéntico plato a plato con el de hace dos años y medio, entendiendo que ha persistido durante todo este tiempo, detalle que no recuerdo haber podido observar en ningún otro local.
Hablando de la comido, incluso el nivel de los platos se asemeja a mi percepción anterior, con un bacalao y una carne de muy buen nivel, pero sin embargo con una ensalada de gambas y el arroz con leche más flojitos que en la ocasión anterior.
El precio del menú en esta ocasión es de 29.50 euros sin el IVA, pudiendo por tanto observarse que prácticamente siguen conservando no sólo plato a plato el mismo menú, sino que incluso el precio.
Como en la ocasión anterior un buen servicio de sala.
En el capítulo de vinos en esta ocasión hemos optado por Juan Gil y Almirez, ambos del año 2013, el primero a 15 euros y el segundo a 20 €, ambos precios sin IVA. Buen servicio del vino.
En conjunto salimos contentos del restaurante, los platos principales de buen nivel, buen servicio de sala y buena relación calidad precio.
Hecho curioso
Acudimos al restaurante sabor de las 14,45 horas, nos recibe una señora y nos oferta comer en una mesa de madera enfrente de la barra, pues según entendí lo tenía todo reservado en el restaurante, rechazamos dicha oferta por el ambiente ruidoso y por no ser esa la idea preconcebida de comer en el día de ayer y ante nuestra nueva negativa, nos ofrece la posibilidad de comer en la terraza (según dicha señora se había despistado y olvidado que disponía de meses en la terraza) y tras ver dicho terraza, que efectivamente es espectacular, con muy buenas vistas y amplia, pero como las mesas disponibles (tres o cuatro) estaban a pleno sol, nos vemos obligados de nuevo a rechazar la nueva posibilidad. Pues bien, ya de retirada no ofrece en el comedor una mesa amplia y bien situada, (que ya no nos comenta si aparece por un nuevo olvido o cuál es la causa de esa súbita posibilidad) y al final hemos podido disfrutar en la citada mesa de la comida, lo cual era nuestro objetivo en un principio.
¡¡Y al final al final donde hemos comido quedaron dos meses sin ocupar¡¡.
Cada uno que interprete esta situación a su manera, a mí me he generado una mezcla de sensaciones entre contrariedad, asombro, hilaridad e incluso pena.
Pues la verdad hubiese sido muy bueno el grabarlo.
Señora de media edad, que ante la respuesta de "no sé como se me ha pasado, pero tengo sitio en una terraza, divina de la muerte" (palabras textuales) a lo cual se le contesta, a tanto nivel no sabemos si podemos estar a la altura de la terraza.
Tras desestimar la terraza, nos dice, entonces tienen problemas con el ruido y con el sol, a lo que se le respondio: "estamos muy delicados".
Hola Gabriel, yo ya no tengo paciencia para estas cosas. Cuando veo que me empiezan a marear nada más entrar a un restaurante, le miro a Bego y como coincidamos en sensaciones, nos damos media vuelta y volvemos sobre nuestros pasos. Prefiero perderme una buena experiencia gastronómica que quedarme y que durante la comida me arrepienta de haberme sentado.
Un abrazote :-)
Eso sí que es dejar huella. Tras vuestro paso dos MESES sin ocuparse el local.(jeje).
Complicadas sensaciones.
Saludos
Estoy convencido que hubiésemos coincidido en la opinión.
Como norma general hubiese actuado tal como tú reflejas. Pero ese día sin saber porque, tenía yo ganas de diálogo irónico y sobre todo saber cómo acababa la situación. Pero lo inesperado fue que al final de forma sorprendente nos dio la mesa que en un principio nosotros solicitábamos.
Me temo que con esa actitud va a ser una fuente de espantar clientes.
Muchos locales no tienen claro que la recepción es la primera imagen que te llevas de un negocio y por otra parte da mucha pena que un profesional de la hostelería, no sepa calibrar el nivel de un posible cliente
Muy cierto.
A eso se le llama falta de profesionalidad o al menos falta de experiencia.
Saludos
En este caso, me temo que falta de profesionalidad, dada la edad. Y posiblemente también pudieses tratarse de un ego aumentado
Lamentable.
Hay que pasar página que la oferta es amplia.
Saludos
Jajajaja revisando vi que tu comentario se me había pasado.
El menu y el precio es bueno, pero si a mi me tratan de esa manera considerándome un segundo plato como se suele decir, pues algo diria seguro.............
Y a no verme muy obligado por la hora por supuesto que me iría y no volveria
Un abrazo
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