Nueva visita a la villa de Ribadesella en 7 días, en esta ocasión con viaje de ida y vuelta. Como dos de los comensales de los seis que éramos, se trataban de niños de cuatro años, desestimamos una nueva visita Gueyu-Mar, al no disponer nada más que de pescado y marisco a la plancha.
Si no hubiese sido por los últimos comentarios (en concreto tres), que se han aportado en Verema, que hacen especial mención a un servicio de sala poco afortunado en la Huertona, hubiese sido este restaurante elegido, pero he aquí que Verema se impuso y fuimos a conocer este nuevo local, para nosotros.
Reserva previa 2-3 días antes, fuimos colocados en una amplia mesa en una zona lindante entre espacio interior y la terraza, en un día espléndido.
El local está definido, pero me permito añadir que dispone de unas 8 mesas en su interior, ligeramente juntos unas a otras, sobre todo las de dos comensales que aparecían dispuestas en batería y cinco mesas en la zona de la terraza. Tanto las interiores como las exteriores perfectamente vestidas y con una cristalería y vajilla de buen nivel. El local lleno, lo cual no es poco, en estos tiempos en un restaurante de mesa y mantel
Dispone de dos menús distintos a la 28 y 26 €, con vino de la casa incluido (no se de cual se trataba) que se presentan, al menos “sobre el papel”, como una buena opción.
Nosotros nos decidimos comer a la carta, y dejando aparte los dos niños de cuatro años que comieron un plato típico de esa edad (patatas fritas, croquetas y huevo) los cuatro adultos nos decidimos por:
Para compartir:
Huevos de corral "rotos" con patatas, langostinos y jamón crujiente huevos de corral con patatas, langostinos y crujientes de ibérico. Muy buenos.
Tempura de verduras con salsa romesco "para untar"..... Tempura muy bien hecha, romesco normalita.
De platos:
Arroz cremoso con calamares y cigalitas acompañado de virutas de Gamonéu D.O
Arroz negro con calamares y alioli gratinado.
Los arroces con muy buen nivel
Repollo relleno de Ibérico con crujiente de manitas y setas... Este fue mi plato, y me resulto aparte de sorprendente, muy buena conjunción en sus sabores.
La carta de vinos a nivel nacional tiene muchas opciones y el servicio del mismo con un buen nivel, con su correspondiente cubitera y cambiando de copas entre una botella y otra. Tomamos primero Guitian sobre lías 2010 (13 €) y Coto de Hayas garnacha centenarias 2009 (16 €).
Las raciones son muy abundantes, por lo cual no pudimos llegar a los postres, que en la carta se presentaban con muy “buena pinta”. Dos cafés.
El precio en total de lo comido y bebido por los adultos ascendió a la cantidad de 126 euros.
En este caso responsable del local, no se acercó a saludar a las mesas.
En resumen, local agradable, con una cocina algo fuera de la habitual en la zona, servicio de sala amables y bastante eficiente y carta de vinos con sus precios que cumplen muy bien.
En el lado negativo, reseñare que las mesas interiores están demasiado juntas, lo cual en invierno que no se podrá abrir la comunicación con la terraza, pues ser un problemilla.
Al repasar el comentario he apreciado que me han faltado dos detalles mas o menos importantes:
El aperitivo detalle de la casa fue: Vichyssoise, con buen nivel.
El pan bueno, de dos tipos, trigo y maiz.
Ya se dijo siempre que "lo que de noche se hace, por el dia se ve".
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