Moderno,agradable,me gusta mucho.

El sábado comí por segunda vez en este agradable restaurante placentino. Comedor pequeño, decorado con aire minimalista aunque quizá le falta presencia, buenos manteles y servilletas, tambien buena la vajilla y la copas aunque de calidad, algo pequeñas para mi gusto. La carte de vinos bastante interesante, y, nos permitieron tomar vino por copas (había que viajar despues) abriéndonos la botella, detalle a tener en cuenta.

En la carta abundan platos modernos, sin olvidar los orígenes de la cocina Extremeña. Compartimos unos Raviolis con salsa de hierbas, muy buenos y unos delicados "canutillos" de pasta brie rellenos de embutidos, junto con croquetas caseras, tambien ricas. De segundo, yo opté por chipirones rellenos sobre risoto negro, buenos, aunque algo simple el relleno de verduras, pero en conjunto plato de aprobado. Mi acompañante optó por el bacalao con souflé de espinacas, estupendo. De postre compartimos repápalos con mouse de naranja, muy buenos.

A mi, me encanta este copcepto de restaurante, aportando novedad y frescura a las materias primas clasicas,el servicio muy atento y amable, resumiendo muy,muy recomendable, más que otros con más nombre en esta ciudad cacereña.