No se si siguen viviendo los padres (Anita y ?)porque hace más de cinco años que no aterrizo por Cadaqués. La última vez que estuve, Anita, aun andaba jurando por la cocina mientras preparaba unos calamares-a-la-parrilla recien pescados en la bocana de la bahía con un no se qué que los convertía en insuperables o unas gambas del Cabo Creus o una sardinas de allí al lado como no he comido otras. Juanito, el hijo menor (Rafa y Ramón han montado sus propios restaurantes), reina en el comedor y, él solo, ya merece la visita: Canta la carta, hace como que apunta lo que eliges y, luego, te sirve lo que le da la gana (siempre sabroso). A la hora de pagar, ha llegado a ocurrirme el haber comido cuatro personas potaje de garbanzos (memorable), sardinas, calamares y gambas y cobrarme 1.000 pts. Yo extrañado, me contestó: "lo que falta, ya se lo cobraré a los guiris de enfrente" y se quedó tan ancho. En fin, un número...