Este restaurante abrió sus puerta hace casi 30 años, de la mano del ex-ciclista local Paco Galdos, una de las figuras más destacadas del Giro de Italia en los años 70. El local, situado junto al céntrico Parque de La Florida, ha sido reformado hace muy poco, con lo que se ha ganado en espacio, comodidad y elegancia. Aunque se trata de un restaurante de cocina italiana, en la carta aparecen también propuestas de otro tipo, como asados (disponen de horno de leña), platos de la cocina local, etc. La carta de vinos, centrada en los riojas, es muy corta y no menciona las añadas. Las copas no son las mejores, pero pueden servir.
La comida, para cuatro personas (dos niños), consistió en las siguientes raciones, todas ellas de buen tamaño:
-Ensalada de perdiz sobre tomate confitado (13.60€): normalita
-Fetuccini a la bolognesa (9.70€): buenos
-Risotto nero di sepia (15€): muy buen sabor y cremosidad, aunque el arroz estaba quizás algo pasado
-Pizza de bacón (13.10€): muy buena (las pizzas en este local son excelentes)
-Solomillo a la barbacoa (18.10€): pieza de buen tamaño, tierna y en su punto
-Tiramisu (5€): empalagoso
-Canutillos de crema (4.80€): buenos
Para beber, tomamos un Baigorri crianza 2006, que acompañó bien la comida.
El servicio es amable y eficaz. Imprescindible la reserva en fines de semana, pues se llena casi siempre.