Que pena esos feos detalles...

Por motivos imprevistos nos encontramos a las de las 22:00 de la noche en la Bañeza y decidimos repetir en este sitio que otras veces nos habia gustado. No entrare en detalles del restaurante y solo dire que el lugar tiene su encanto. Justamente a la vez que entrabamos nosotros tambien lo hacia un grupo de unas 14 personas que pensamos que nos iban a “trastocar” la cena por ser numerosos y ademas harian la comanda a lavez… pues nos equivocamos. Ademas de ser muy silenciosos iban con menu cerrado y el servicio no pudo ser mas diligente. Nos tomo nota una camarera extranjera que recodaba de otras veces y la dueña pasa por las mesas a interesarse por los comensales.
Pedimos:
- Gambas al ajillo: Ricas . pequeñas pero sabrosas
- Ancas de rana frescas: ricas aunque en mi opinion se “pasan” con el unto. (Que precio ¡¡¡ 26 € los 100 gramos.. a precio de oro)
- Chuleta de ternera de Aliste: Gran chuleta que compartimos muy buena. Acompañada de patatas y pimiento

Para beber un Luna Beberide tinto que resultó ser 2012 y aun esta muy muy verde.
Pedimos café y un wisky .La camarera me pregunto si lo queria en chupito y le dije que no, que queria en vaso bajo con hielo. Pues bien me puso la cantidad de un chupito (infima) en un vaso con el hielo.
No esperaba que me fueran a invitar al chupito con hielo pero tampoco esperaba lo que ocurrió y es que al pedir la cuenta veo que lo han cobrado a 5€. Precio desmesurado tanto por los precios del local (la cena sin el chupito fueron 61€) como por la medida del wisky.

No pude aguantarme y se lo comente a la camarera diciendo que me parecia una exageracion que me cobrara precio de copa por un chupito. Pues ni se dignó a contestar y simplemente se encogio de hombros. Fue una pena que la dueña no estuviera por alli porque estoy segura que ella , al menos nos habria ofrecido otro chupito para resarcirnos del mal sabor de boca final…
Luego dicen que la hosteleria esta mal. Con semejantes camareras….

En resumen, el sitio es para volver y eso si, no pedir licores en sobremesa y menos a la camarera rumana…