Cena para cuatro donde cometimos el error de pedir solo un par de entrantes: morcilla y pulpo ( este ultimo duro como una piedra) y luego una tabla variada para 3. Las tablas son morralla total con una base lechuga iceberg donde lo mas sofisticado eran tres gambones de mercadona..quedo casi entera,..

Para colmo llamé el dia anterior a reservar y se hicieron los interesantes para ver si habia mesa.. pues bien estuvimos nosotros y 3 mesas mas con 3 parejas,

Para beber un vino de una bodega recien descubierta y que cumplio. La cuenta fue de 95 euros para cuatro pero cenamos mal en calidad.
No creo que vuelva

Por motivos imprevistos nos encontramos a las de las 22:00 de la noche en la Bañeza y decidimos repetir en este sitio que otras veces nos habia gustado. No entrare en detalles del restaurante y solo dire que el lugar tiene su encanto. Justamente a la vez que entrabamos nosotros tambien lo hacia un grupo de unas 14 personas que pensamos que nos iban a “trastocar” la cena por ser numerosos y ademas harian la comanda a lavez… pues nos equivocamos. Ademas de ser muy silenciosos iban con menu cerrado y el servicio no pudo ser mas diligente. Nos tomo nota una camarera extranjera que recodaba de otras veces y la dueña pasa por las mesas a interesarse por los comensales.
Pedimos:
- Gambas al ajillo: Ricas . pequeñas pero sabrosas
- Ancas de rana frescas: ricas aunque en mi opinion se “pasan” con el unto. (Que precio ¡¡¡ 26 € los 100 gramos.. a precio de oro)
- Chuleta de ternera de Aliste: Gran chuleta que compartimos muy buena. Acompañada de patatas y pimiento

Para beber un Luna Beberide tinto que resultó ser 2012 y aun esta muy muy verde.
Pedimos café y un wisky .La camarera me pregunto si lo queria en chupito y le dije que no, que queria en vaso bajo con hielo. Pues bien me puso la cantidad de un chupito (infima) en un vaso con el hielo.
No esperaba que me fueran a invitar al chupito con hielo pero tampoco esperaba lo que ocurrió y es que al pedir la cuenta veo que lo han cobrado a 5€. Precio desmesurado tanto por los precios del local (la cena sin el chupito fueron 61€) como por la medida del wisky.

No pude aguantarme y se lo comente a la camarera diciendo que me parecia una exageracion que me cobrara precio de copa por un chupito. Pues ni se dignó a contestar y simplemente se encogio de hombros. Fue una pena que la dueña no estuviera por alli porque estoy segura que ella , al menos nos habria ofrecido otro chupito para resarcirnos del mal sabor de boca final…
Luego dicen que la hosteleria esta mal. Con semejantes camareras….

En resumen, el sitio es para volver y eso si, no pedir licores en sobremesa y menos a la camarera rumana…

Reservamos para cenar. Afortunadamente, porque el local estaba lleno. El servicio muy amable aunque tengo que decir que mas lento que otras veces y supongo que por las fechas y el desborde.. Tomamos unos langostinos al ajillo muy buenos, unas ancas de rana que estan bien pero que a mi personalmente no me entusiasma la salsa. Eran frescas. Y para terminar la gran tabla de la casa para dos personas que no pudimos acabar y eramos cuatro ¡¡¡ Tenia:
- Cordero: lo peor. Eran trozos de baja calidad
- Novillo: bien
- LOmo de cerdo: bien
- Salmon: bien:
- Sepia : muy bien
- Patatas fritas: buenisimas
- Ensalada
- Langostinos plancha: normales
Para beber un Yllera y no pudimos tomar mas.

Todo por 87 euros ¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡ para cuatro personas.. REcomendable por su servicio y excelente RCP. Eso si, que nadie espere encontrar que la carne es autentico buey gallego...

Siendo como soy de la zona, de toda la vida, comentare lo mas imparcialmente posible.

El Moja el gallo en un restaurante clasico en la zona de La Bañeza y alrededores. Como bien han comentado anteriormente, apenas existe leones que se precie que no las haya probado y/o repetido.

Lo tradicional si la cena es de un numero elevado, es pedir varios primeros de los muchos que pueblan la carta, casi todos ellos productos de calidad, abundantes en la zona, tanto si hablamos de carnes como de legumbres o verduras.

Carta de vinos quizas escasa para un consumidor de paladar medio/exigente, aun habiendo buenas posibilidades.

Destacar su exquisita decoracion, el trato agradable y atento por parte de Ana, su dueña. su cafe de puchero y sus precios, muy en la linea de la provincia en relacion cantidad/calidad/precio.

Tambien ofrecen menus diarios a precio asequible.

Por variar un poco y dada la poca oferta en esta ciudad, nos hablaron de Moja el Gallo. Nuestra intencion era comer ancas de rana frescas ya que está a punto de acabar la temporada. El restaurante nos gustó nada mas entrar. Decorado con elementos de la zona y fotos antiguas , recortes de prensa de la ciudad, muy acogedor pese a ser grande. Nos llevaron a la planta de arriba con mesas algo juntas pero comodas. El servicio extranjero (sudamericano) joven e inexperto pero agradable. EStaba por alli quien debia ser la dueña y charló con nosotros hablando de su receta de ancas, que nunca dan a nadie. La carta de vinos regular. Tomamos un Prado Rey roble 2007 que se limitaron a descorchar y servir. Les pedimos otras copas porque eran "de batalla" las que habia en la mesa y accedieron sin replica. En cuanto a la comida, lo tipico son las ancas y lo que llaman "tablas" que consisten en una macrotabla de madera para dos personas con surtidos variados. El resto de la carta parecia aceptable con carnes varias pero dado que todo el mundo tenia la tabla en la mesa decidimos pedir una racion de ancas y una tabla surtida.
- Ancas de rana: eran frescas. Buenas de calidad pero la salsa no me entusiasmó. Las de Los Angeles siguen siendo las mejores. Esta salsa era muy picante , que a mi me gusta, pero tenia demasiado unto. De hecho me cayó regular durante la noche
- Tabla con:
* 2 langostinos plancha- Congelados sin mas
* esparragos en conserva: mediocres
* sepia plancha: correcta
* Lomo adobado: sin mas
* lomo vaca: bueno
* chuletitas : buenas
* panceta (o algo asi) : regular
Todo muy abundante que no pudimos terminar.
Rematamos solo con cafe.
En resumen , opcion agradable sin esperar excelencias