Un poco a desmano, pero de esos lugares que merece la pena conocer, sobre todo si te gusta las setas, aqui el boletus es el rey y la frambuesa la Reina. Suelen contar con menus micologicos, menus de cazas, y un más que interesante menu del día (que fue lo que nos ocupo en un lluviosa y muy ventoso martes). Comedor a a la entrada del pueblo , mesas correctamente vestidas y sensación de amplitud, te sientes agusto desde que entras y tienes la sensación de que vas a comes bien, trato afable y cercano sin caer en el compadreo, y lo más importante una comida rica, preñada de setas y de frambuesa. De primero una sopa de truchas y una crema de verduras con boletus (incluso si no gusta la verdura), de segundos bonito con tomate (excelente el tomate, en general unas verduras increibles), y carrilera con patatas ( de lo más flojo segun mi acompañante), de postre sorbete de frambuesa y tara de naranja, todo ello escoltado con el vino de la casa un más que beblestible prieto picudo, que desperto mi recelo cuando fue servido en un decantador sin etiqueta, ni ninguna pista de su procedencia, pero cumplio más que dignamanete, cafes de puchero, con unas extrordinarias pasta hechas con harina de boletus (soprendente, la primera vez que probaba galletas de setas), rematado todo con un chupito de frambuesa, todo por el más que razanoble precio de 10€. Venden unas conservas artesanales con un buen packing (o embalaje como dicen en mi pueblo) y un mejor sabor, sali aprovisionado de Mermalada de frambuesa, y puerro con vinagreta de frambuesa para todo el año. Si estas por la zona una opción muy recomendable.

Reservamos por su pagina web un par de dias antes y nos llamaron para confirmar. El sabado a las 14:00 estabamos alli y solo habia una mesa ocupada pero finalmente se llenó todo. Al poco de sentarnos se acercó la señora que nos atendió toda la comida poniendo cierta simpatia pero conocimiento de lo que alli se servia : "cero". Se limitaba a decir que todo estaba muy bueno.
Nos ofrece el tipico menu del dia ( no hay carta) y le decimos que queriamos tomar el menu micologico que se ofrece en la pagina web. Nos responde que bien y eso si, con bastante rapidez empiezan a desfilar platos.
Llega primero una quiche y un petit choux que ella nombra sin mas de esa manera. Al volver a retirarnos los platos le preguntamos que que llevaban y nos dice : Setas. Le preguntamos qué setas y nos responde que variadas, de las que alli cultivan y otras que cogen.. Le insistimos en que queremos saber el nombre exacto de las setas y nos dice que ella no sabe.
A partir de ahi desfile de platos que nombraba:
- sopa de setas
- setas salteadas
- pescado con setas
- judias con setas
- carne en su jugo ( no debia llevar setas)

lo mejor el postre: tarta de queso y tarta de manzana caseras espectaculares.
Para rematar un cafe de puchero acompañado de galletas con polvo de boletus ( de estos si dijo el nombre), que eran muy buenas y sabian a mantequilla pero no a setas.
Bebimos un vino de la casa en frasca de Gordoncillo ( o algo asi) y agua. Yo no probé el vino por lo que no puedo opinar.
Al finalizar nos enseñaron las instalaciones y tengo que decir que solo cultivan en paja unos pleotorus. Eso si, muy amables enseñandonos todo y lo que consideran "su joya" que es una caldera ecologica de biomasa.

En resumen, una pena de sitio porque podria ser muy pero que muy bueno. La comida, sin ser buena, no estaba mal y simplemente "adornando" un poco su presentacion tanto en el plato como en el servicio de sala ganaria tremendamente.
Otro detalle a tener en cuenta es que comimos todo con el mismo tenedor y cuchillo. Los platos los cambiaban pero los cubiertos no. Las copas eran correctas pero las servilletas eran de papel con publicidad del restaurante.
No repetiremos a pesar de lo comedido del precio.

He comido en este lugar en repetidas ocasiones y siempre he salido satisfecho.
Tiene un menú degustación que por 22 Euros incluyendo pan, café, chupito e incluso vino de la casa (un prieto picudo aceptable) es una auténtica maravilla. La base del menú son las setas y todos y cada uno de los platos que lo componen (creo que 8 por lo menos) están deliciosos. Se lo aconsejo a todo el mundo.

También he probado menús del día que por 10Euros está muy bien, incluyendo también chupito y hasta unas pastas de boletus, que por favor probadlas!

Pero si algo tiene bueno es su entorno y el trato dispensado, te sientes allí como en casa, sin prisas, y atendido por unas mujeres que ponen la vida en ello. Además con el pack va incluida si lo pides una visita por sus instalaciones, cultivo de setas, caldera de biomasa y donde hacen conservas artesanas(mermeladas, pistos y otras) también deliciosas.

En cuanto al vino, la carta es algo básica y necesitan mejorar este aspecto, no va a ser todo bueno!

Hice la resva desde la web con antelacion,tengo casa a 30kilometros de alli,y aprovechando el puente del Pilar,fui con miesposa a degustar,su Menù Micológico.De entrada un quiche y un petit-choux,donde,no vi casi ninguna seta.Sigue con una cazuelita de judiones con setas,donde¡palabra de honor¡lo ùnico verde era una hojita de laurel.Despues un arroz con guisantes con sabor a carne de cerdo,y con unos 5 o 6 gramos de pleorotus de criadero.Despues un pastel de pescado,con mahonesa de leche,eso deduje pues la chica que nos atendiò no lo sabìa,y termina con un pegote de carne,dura como la piedra,y todo hebras,que lo presentó como ¡ahì es nada¡ morcillo de buey.Como las raciones eran normales,no me quejaria de no ser porque fui creyendo que iba acomer como enunciaba el menù,setas,pero ¡caray¡es un sitio para comer una comida con una materia prima barata
sin mas.El precio del menù,incluido cafe,agua y postre 22 euros.El sitio estaba lleno.PERO SETAS LAS POQUITAS DE CRIADERO.